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El delincuente estaba siendo esperado afuera del local comercial por otro hombre y, tras cometer el hurto, abandonaron raudamente el lugar en una motocicleta.
Como en los asaltos de motochorros, en las imágenes capturadas por el sistema de vigilancia del comercio se observa que los desconocidos tenían bien planeado su objetivo, con la diferencia de que los malvivientes no actuaron con violencia y la mercancía no era dinero
El propietario del local, Amado Giménez, indicó que el ladrón le pidió un kilo de mandioca cocinada y que, al ir a buscar de la cocina, rápidamente el ladrón metió las tres botellas en un portafolio negro y abandonó el lugar.
En el local se encontraba ayudando la sobrina de Giménez, pero estaba atendiendo a otro cliente y no se percató del hecho.
Giménez mencionó que no es la primera vez que es robado de esta manera y aseguró que desde ahora tendrá más precaución.