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Fernández rememoró el lamentable hecho y dijo que la gran pérdida se debe a que se atacó uno de los cascos urbanos de la estancia, se quemó una casa y una camioneta. “El día sábado a las 08:00, un grupo de personas, de entre 150 y 200, atacaron el lugar”, comentó el jefe policial. Además, se robaron ocho escopetas y 12 revólveres que estaban en manos de los ocho guardias de seguridad a cargo del resguardo del sitio.
Sin embargo, el grupo de guardias fue fácilmente reducido por el centenar de atacantes y, lógicamente, no pudieron hacer nada, relató. A pesar de que el número de atacantes es grande, no lograron aprehender a ningún sospechoso, por lo que continuarán los trabajos en la zona de Canindeyú, dijo el comisario en entrevista con Radio Canal 100.
“Estamos realizando incursiones en la zona. El lugar es boscoso, es difícil la aprehensión de esta gente porque todo es monte”, comentó. Esperan tener más datos después de que las víctimas declaren durante la mañana de hoy, ante el fiscal Christian Roig, quien está a cargo del caso.
A pesar de que no quiso “ser irresponsable” y atribuir el ataque a un grupo específico hasta tanto se cuente con un “documento”, dijo que en la zona hay un litigio de tierras desde hace más de tres años. “La estancia es de 5.000 hectáreas. Un grupo de campesinos reclama 2.000 hectáreas. Este grupo ya había sido desalojado en ocasiones anteriores”, recordó.
Mientras identifican a los involucrados o por lo menos a los líderes, agentes de la Policía Nacional harán guardia permanente en el sitio, ya que buscan que se “restablezca el orden”, dijo. “Vamos a seguir hasta que haya tranquilidad”, agregó.