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Sin que se tenga que cortar el paso por el viaducto, la lumínica fue cambiada y ahora reparan los caños en que van enhebrados los obenques (cabos), que se denominan trompetas.
Falta la pintura para las barandas vehiculares y las peatonales (si bien no se permite cruzar a Posadas caminando, todo está dispuesto para que así sea) y las tareas no pararán en esta Semana Santa, según informaron.
De acuerdo con el coordinador del área de Control Integrado Posadas-Encarnación, Santiago Atencio, “cuando se inauguró el puente hace 19 años, la iluminación estaba perfecta, pero nunca más se reparó todo de manera completa”.
Tal es así que en lo que concierne a los Centros de Frontera, que tienen a su cargo el sector de cabecera del puente donde se alzan las oficinas y casillas de control de ambos países, se repararon 14 columnas que iluminan el sector.
A diferencia del puente San Ignacio de Loyola, entre Falcón y Clorinda, el tránsito por el puente no fue clausurado.