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Suman los días y nada más se sabe del suboficial Edelio Morínigo. Las autoridades sostienen que el policía sigue con vida, pero no existe información sobre él desde el 22 de octubre del 2014, cuando el grupo criminal envió una prueba de vida del uniformado.
En cautiverio también se encuentra el colono Abrahán Fehr, quien cumple casi dos meses en manos del grupo criminal, esto bajo la casi desarticulación de la Fuerza de Tarea Conjunta, que al cumplir también dos años de su conformación han tenido más descoordinación que resultados. Se podría decir que el EPP ha incrementado su fuerza en la zona norte del país, ya que llevan tres secuestros y más de cuarenta atentados.
La madre del policía secuestrado, Obdulia Morínigo, en reiteradas ocasiones ha denunciado que se siente abandonada e ignorada por el Gobierno y consideró que esta actitud frente al dolor obedece a que se trata de una familia pobre. La desesperación llegó al punto de rogar a los criminales alguna prueba de vida de su hijo.
La situación de Edelio desde que fue secuestrado, aquella tarde del 5 de julio del 2014, se tornó preocupante, debido a que -a diferencia de los otros secuestros perpetrados por el EPP- los criminales no pidieron dinero a cambio de su libertad, sino un “canje” por miembros de la banda actualmente presos. Tal posibilidad fue descartada por el Ejecutivo.