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Esto sería apenas una consecuencia del arreglo o desarreglo entre el presidente y la senadora que podría tener consecuencias futuras para el movimiento Añeteté.
Nancy Ovelar aceptó a regañadientes el cargo de viceministra porque se sabía del interés superior de su hermana, la senadora, de recuperar el control del ministerio al frente del cual estuvo hasta que fue nombrada candidata a presidente por el nicanorismo.
Aún cuando hoy ella y Petta son actores políticos eminentemente, Blanca se considera con mayor autoridad que Petta en materia de Educación, por lo que el no nombramiento de su hermana Nancy como ministra produjo cierto resentimiento.
En ese sentido Blanca cometió también su error por apresuramiento en este conflicto al hacer decir a la viceministra que el titular de Educación es incompetente, además de otras “cualidades” personales que ya lo habrá dicho en privado en el momento del nombramiento; pero la descalificación pública sobre la competencia de un miembro del gabinete es en realidad una crítica al presidente.
La pregunta que hoy vuelve a brotar es: ¿por qué el presidente Abdo no nombró en su momento ministra a Nancy Ovelar?. El sabía que esa decisión causaría malestar a una figura de su movimiento, con voto en el Senado, pero decidió pagar ese costo político. ¿Por qué?
Blanca Ovelar cree que llegó el momento de desobedecer al presidente de la República haciendo enfrentar a su hermana con uno del gabinete; una especie de “a ver si se anima a echarla”. ¿Cuáles serían los motivos?.
Ovelar tiene una sola forma de manifestar su disidencia: votar en contra en el Senado, lo que equivaldría a abandonar Añeteté, ¿para jugar en solitario?, ¿o para pasarse a otro movimiento?. Hacerlo al Honor Colorado la haría perder prestigio, pero está el intermedio liderado por Lilian Samaniego, donde podría encontrar refugio hasta el inicio de las internas para la Junta de Gobierno. ¿Ahí se reencontraría con el “desaparecido” Calé que anda buscando el medio entre Añeteté y HC para asegurar la presidencia de la Junta?. En consecuencia es inevitable preguntarse si el presidente Abdo ya pensó en el momento de los nombramientos que ¿Calé y Blanca podrían aliarse en su contra en algún momento, o terminar disgustados como lo hicieron con HC?, entendiéndose el silencio actual de Calé como una cuasi-deserción del movimiento.