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Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer y, en el marco de esa fecha, las mujeres unen una sola fuerza en conjunto por sus derechos. Los terribles casos de feminicidio, el frustrante acoso que sufren en la calle y, por sobre todo, derechos igualitarios para ambos sexos son motivos para que ellas alcen su voz y demanden ser escuchadas.
Para refrescar la memoria, un 8 de marzo de 1909, el dueño de una fábrica téxtil en Nueva York incendió su propio taller, matando así a 129 empleadas que, en ese entonces, exigían sus derechos laborales. Por ese trágico incidente, cada año se realiza un homenaje por todas esas trabajadoras asesinadas porque estaban reclamando un salario igual al de los hombres.
El año pasado, según el Centro de Documentación y Estudios, 153 casos de feminicidio se registraron a nivel nacional; además, otras seis mujeres paraguayas fueron asesinadas en el exterior. Por otra parte, en el trascurso de este año, ya va la décima fallecida a causa de la pareja.
En países orientales, por ejemplo, existe una espantosa costumbre que somete a las mujeres a la mutilación genital y, aunque esta práctica sea ilegal, miles de niñas la sufren constantemente. El sexo femenino debe luchar contra injusticias sociales y desigualdades; incluso, contra las tradiciones de su país que exigen a jovencitas menores el matrimonio forzado con adultos.
Por otra parte, el predominio del sexo masculino en países musulmanes refleja que la lucha por los derechos humanos e igualitarios debe continuar. Las mujeres del Medio Oriente cubren totalmente su cuerpo, de pies a cabeza, dejando sin cubrir solamente los ojos; algunas lo hacen por la religión o porque sus maridos las obligan a cubrirse, ya que otros hombres no deben admirar lo que es posesión del esposo.
El machismo sigue prevaleciendo y, muchas veces, no nos damos cuenta de que inconscientemente tratamos de menos a las mujeres, por el simple hecho de pertenecer a tal sexo. Una frase que a menudo escuchamos en las calles: “A la mujer no se le pega” puede dar a entender que un hombre sí está expuesto a que se le maltrate, pero es importante comprender que ni una chica o chico debe ser objeto de violencia, ya que todos somos seres humanos y merecemos respeto.
La complejidad de las marchas feministas, cada 8 de marzo, abarca varias aristas como, por ejemplo, que las mujeres tiren al tacho de basura el comportamiento sumiso y sometido a sus parejas. Hablá, contá y denunciá, sin tener miedo a la justicia, los casos de violencia de género. En nuestro país, la institución SOS Mujer tiene a disposición el número 137 para hacer las declaraciones de cualquier tipo de agresión que sufrís, porque la frase “ni una menos” debe hacer historia.
Por Ezequiel Alegre (17 años)