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El Jockey Club de Asunción fue el sitio en donde la atmósfera electrizó a todos con el sonido de las guitarras y el estruendo de las baterías de la aclamada banda Metallica, que ofreció un concierto en nuestro país lo que dejó una huella imborrable en los fanáticos del metal.
Muchos jóvenes fueron partícipes de esa icónica noche para el rock en nuestro país. El público mayor también dijo presente con algunas frases como “cuando era niño les escuchaba” y “en época de cole, enloquecía con sus músicas”. La legendaria banda de trash metal, originaria de California, lleva un poco más de 30 años recorriendo el mundo con presentaciones de lujo y cargadas de energía.
Perplejos quedaron los que afirmaban que el metal es puro ruido o sonidos guturales, al ver el derroche de talento de los integrantes de Metallica en las noticias. Los pogos y el entusiasmo del público dieron un toque mágico a aquella memorable jornada. Previo al concierto, la cola de fanáticos era inmensa desde las 17:00.
Los teloneros dieron mucho de qué hablar; los amantes del rock y los no fanáticos ovacionaron con euforia la oportunidad que dio Metallica a los chicos de la banda de Cateura, quienes convirtieron la basura en talento musical. Los jóvenes compatriotas no solo se presentaron en ese concierto, sino que acompañaron a la banda de metal en sus shows en Perú, Colombia y Ecuador.
Los miembros de Metallica -James Hetfield, Lars Ulrich, Robert Trujillo y Kirk Hammet- fueron distinguidos como visitantes ilustres por la Municipalidad de Asunción. El reconocimiento no solo fue por los méritos musicales del grupo, sino por su valoración del trabajo de los chicos de Cateura, hecho que generó la admiración en muchos.
Los clásicos como “Enter Sandman”, “Welcome Home (Sanitarium)” y “Fuel” encendieron el espíritu juvenil y festivo de los espectadores; otras músicas como “Battery” y “Master of puppets” desataron la euforia y los gritos de los fans. El hit más popular, “Nothing else matters”, fue coreado con emoción por los fanáticos y los más sensibles derramaron algunas lágrimas.
Con solo recordar presentaciones como las de Guns N' Roses, Aerosmith, Kiss y Iron Maiden, entre otros, se eriza la piel de los rockeros. Aún quedan en la memoria las mágicas noches en las que el rock demostró que continúa vivo en Paraguay.
Los que somos fanáticos del metal seguimos esperando que más bandas icónicas de este género vuelvan a nuestro país. Más de 40.000 almas que vibraron con Metallica aquella noche y otros que no fueron, sueñan con el regreso de festivales de rock que hagan estallar las emociones.
Por Víctor Martínez (19 años)