Adultos de cristal, consecuencia de haber sido niños exageradamente mimados

¿Alguna vez viste a un niño que hacía berrinches o lloraba cuando no obtenía lo que quería? Si es así, es probable que se trate de un chico muy malcriado por sus familiares. Muchos padres no tienen en cuenta que el exceso de mimos puede ser perjudicial.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/GO4UCNOCERDHZJW557GR6UE5R4.jpg

Cargando...

Vas al supermercado y te encontrás con un niño en el piso de la sección de juguetes que no deja de llorar hasta que su mamá accede a comprarle el autito de carreras a control remoto que tanto le gustó. Muchos padres creen que al darles todos los gustos a sus hijos están educándolos de la mejor manera; sin embargo, consentirlos en exceso puede afectarlos de forma negativa.

A la hora de educar a los niños, cada padre puede decidir cuál es la mejor manera de hacerlo para el futuro de sus hijos. Es normal dar algunos gustos de vez en cuando a los más chicos, como recompensa de su buen comportamiento o para demostrar cariño, pero cuando se exceden estos mimos, los niños pueden terminar perjudicados, ya que adoptarán un carácter difícil.

Muchos especialistas declaran que sobreproteger a los hijos los volverá adultos frágiles, incapaces de afrontar las dificultades que se les presenten, ya que, como están acostumbrados a que todos los problemas sean solucionados por los padres, no saben cómo actuar ante una situación inesperada.

Una de las consecuencias de haber sido un niño muy mimado es que se convierta en una persona tirana que no admite que se hagan las cosas de manera diferente a la suya y perjudica el relacionamiento con los demás. Por otra parte, pueden ser personas muy inseguras, con miedo de tomar decisiones y dependientes de la opinión de los demás.

Es común observar diariamente, en los supermercados, a niños haciendo berrinches porque sus padres no les compran un juguete que les gustó y, ante la desesperación, los progenitores acceden a los deseos de sus hijos. Lo más probable es que estos niños, en el futuro, sean adultos intolerantes, inseguros y caprichosos.

Algunos padres modernos, con la ayuda de las cámaras de los celulares, sacan fotos a las clases dadas en la escuela de sus hijos y realizan las tareas de los mismos con la excusa de que se pueden traumatizar con un aplazo o el llamado de atención de la profesora frente a sus compañeros. Sin embargo, esta actitud vuelve a los niños más holgazanes y, además, perjudica su aprendizaje.

Es importante que los padres sepan hasta qué punto está bien consentir y disciplinar a sus hijos, ya que, dependiendo de estos puntos, estos niños pueden convertirse en adultos seguros de sí mismos, independientes y capaces de afrontar los problemas que se les presenten sin mayores inconvenientes. La mayor demostración de amor hacia un hijo es darle las herramientas necesarias para saber defenderse en la vida y no encerrarlo en una cajita de cristal.

Por Divina Alarcón (18 años)

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...