Con una mano sosteniendo la taza de café y con la otra revisando el Twitter

Sin lugar a dudas, las redes sociales se han ganado un lugar en nuestras vidas. Para la mayoría de las personas constituyen el pasatiempo preferido; mediante estas redes uno puede mantenerse conectado con los amigos, ver las publicaciones de los familiares y seguir paso a paso las actividades de sus celebridades favoritas.

Estos medios tecnológicos son aliados de nuestras emociones; uno suele reírse a carcajadas cuando un amigo te etiqueta en un meme o video gracioso que, en el caso de tu chuli, le da “me encanta” a la foto de una supuesta amiga que hace rato te anda angustiando. Los malentendidos no faltan en estas comunidades, así que, atendé que no te afecte tanto un simple “me gusta” o comentario.

Las celebridades no pasan desapercibidas en las redes sociales; sus seguidores suelen organizar encuentros, hacer retos utilizando hashtags o realizan ciertas actividades concedidas por el famoso, como votar en encuestas o etiquetar a alguna página con el fin de concretar algún objetivo.

Las familias también son usuarias activas de estas aplicaciones; suelen manifestarse felicitando al sobrino con buenas calificaciones, preguntando qué tal está la hija que se encuentra trabajando y estudiando en otro país o simplemente para saludar a la comadre que se encuentra en el interior.

Debido a que las redes sociales cuentan con una cantidad importante de usuarios, las empresas y comercios aprovechan para promocionar sus productos, ya sea mediante publicidad o dando la representación de la marca a algún personaje que tenga muchos seguidores en su página.

Estudios psicológicos indican que un personaje o una página puede influir seriamente en sus seguidores dependiendo de la cantidad; las personas inclusive pueden adoptar emociones y actitudes, tanto negativas como positivas, por ejemplo, el hecho de fumar o dejar este vicio u otras actividades llamativas que se popularizan en la red.

Es importante reflexionar antes de dejar en evidencia las emociones personales emitiendo un contenido en las redes sociales. Por sobre todo, elegir cuidadosamente qué publicar, ya que esto puede afectar a alguien cercano o incitar a extraños a realizar actos delictivos, por ejemplo, el acoso sexual a causa de una foto que tuiteaste.

Es fundamental concientizar sobre el uso adecuado de las redes sociales, ya que pueden convertirse en una fuente de distracción total y esto postergaría a la persona que debería ocuparse de otras actividades importantes. Pero, por sobre todo, para evitar el “epoi'mina pe nde celular, che memby” por parte de la abuela.

Por Ricardo Núñez (19 años)