Cutting, una peligrosa moda que marca la vida de algunos jóvenes

Cada día son más las nuevas modas que se instalan en la vida de los jóvenes; por ejemplo, cortarse la piel por sentirse culpables de algún hecho vergonzoso que les pasó en sus vidas. El cutting es una forma de dañarse a sí mismo y la persona que lo hace siente que merece sufrir esos cortes.

“Mi novio me dejó”, “mamá y papá se van a divorciar” o “la profe me dice que soy un desastre” son algunas de las tantas excusas que utiliza el joven para hacerse daño. A veces, la falta de comunicación con la familia hace que el chico o chica se sienta abandonado y cometa errores.

Marta sufría constantemente agresiones en su colegio, la acosaban por su contextura física y ella nunca se defendía. Sin embargo, un día encontró “la solución” en internet: cortarse para desahogar sus emociones; desde aquella vez, la joven hiere sus brazos y piernas con una hoja de rasurar. Para ocultar las marcas, siempre utiliza mangas largas y pantalones.

Para las personas que constantemente se cortan por no encajar en algún sitio, herirse es la forma en que ellas sienten alivio. Más allá del daño físico, el cutting causa un problema psicológico, pues quien lo practica no lo hace una vez, sino hasta que se sienta mejor emocionalmente.

Esas personas que se dañan con sus cortes por lo general tienen una baja autoestima y la mayoría sufre de depresión. Las partes del cuerpo más afectadas son los brazos, muslos e incluso el abdomen, según afirman algunos especialistas.

Algunos libros y cómics influyen bastante en la difusión de esta tendencia, pues ciertos personajes piensan que cortándose volverán a su amor perdido. Sin embargo, la realidad es otra: el daño que ocasionan a su cuerpo no hará que los problemas se solucionen.

Si, por casualidad, formás parte de este club, no te preocupes si te molestaron en el colegio o si tu mejor amigo se alejó de vos, ¿para qué dañás tu piel? Con un buen diálogo, podés solucionar el problema. De nada sirve cortarte, pues eso no resuelve conflicto alguno y solamente es un maltrato que le hacés a tu cuerpo; la vida es mucho más hermosa sin marcas en la piel.

Por Mónica Rodríguez (18 años)