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Una gran problemática vigente en nuestro país, por muchos años, es la lucha contra los grupos de secuestradores y asesinos (EPP y ACA) que se encuentran escondidos en bosques de departamentos del Norte. Todos deseamos que los encargados de resguardar la seguridad de la nación acaben de una vez con estas organizaciones criminales que tanto daño hacen a muchas familias.
Según el senador Bacchetta, unos US$ 80 millones son destinados para el combate de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) contra el grupo guerrillero autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). También el mismo legislador agregó que los agentes de custodia se convirtieron en "policía privada" de los pobladores de la región.
Los millones de dólares mencionados son una importantísima cantidad para que los agentes de combate logren equiparse adecuadamente y así brindar a los pobladores de la zona la paz que anhelan desde hace mucho tiempo. El rol principal de la FTC es combatir los delitos en la zona donde opera el Ejército del Pueblo Paraguayo; no lograrán tal objetivo si actúan como -según califica el senador Bacchetta- "policías privados".
Esperemos que el nuevo comandante de la FTC, coronel Héctor Grau Domínguez, logre satisfacer las expectativas que los paraguayos tenemos en común: terminar de una vez por todas con la inseguridad que existe en las zonas vulnerables del interior del país. El peso no solamente recae sobre el nuevo jefe de la FTC, sino sobre todos los militares y policías que participan en los operativos.
La labor de la Fuerza de Tarea Conjunta no es para nada fácil, pero existen quejas porque la misma no cumple bien su trabajo. Hay vidas que están en manos del EPP y muchos compatriotas, militares y policías ya murieron luchando contra este grupo criminal. La población pide encarecidamente que la FTC se ponga los pantalones, continúe su trabajo con más ímpetu y obtenga resultados para construir todos juntos la tranquilidad que tanto buscamos.
Por José Peralta (19 años)