Jóvenes menores de 20 años se animan a dirigir una película de largometraje

Internet fue el principal tutor para que Walter Hermosa Jr. (18) y Noah Espínola (19) plasmen sus ideas en el cine. Los directores y escritores de “Saber crecer” debieron sobrepasar varios obstáculos que conlleva preparar su primer largometraje.

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Según contaron los jóvenes, ya lograron producir cinco cortometrajes y entonces decidieron arriesgarse a algo más grande; las ganas de hacer una película siempre estaban latentes y ese deseo no lo podían dejar pasar. “Tenemos una pizarra con hojitas pegadas en ella; ahí es donde Saber crecer o To grow (en inglés) llegó a tener forma”, comparten Walt y Noah. Para preparar la trama, en especial el final, los jóvenes tuvieron que unificar las distintas visiones que poseían y convertirlas en acciones reales.

Expresan que solamente filmaron los fines de semanas por cuestiones de tiempo. Walter, en el momento de grabar la película, estaba en el colegio y Noah debía apoyarle en ese lapso de estudio. Señalan que hubo un momento en que debían dejar de lado el cansancio y las enfermedades para continuar con todo el trabajo que debían cumplir.

El internet, aparte de la fascinación por las películas, fue el principal tutor para que ellos pusieran sus ideas en la pantalla del cine. Walt y Noah ganaron becas y viajarán a los Estados Unidos para estudiar producción de cine y televisión. “Queremos consolidarnos allá, adquirir más experiencia, ganar el cariño del público y, por sobre todo, llevar en alto el nombre de Paraguay”, afirman.

Recuerdan que, una vez, grabaron hasta las 5 de la madrugada, filmaron diez escenas y ahora se sienten muy orgullosos de su trabajo. “Hacer una película requiere mucha paciencia, pasión y perseverancia”, señalan. Había días en los que el agotamiento les molestaba, pero eso no fue excusa para que dejaran de lado lo que les gusta hacer.

Que todo encaje bien es el mayor desafío que Walt y Noah encontraron en el momento de hacer las grabaciones. El tiempo, el dinero, los aprendizajes de líneas, que los extras sepan qué hacer y los mínimos detalles cumplieron una función fundamental para que todo sea ordenado.

“Estamos pasando por un proceso de maduración al igual que los personajes, entonces quisimos compartir nuestra propia historia en una película y salir de los clásicos esquemas”, comparte Noah. La trama se basa en aprender de los errores, a veces irreversibles, que un joven ocasionalmente comete.

El largometraje contiene diálogos en español e inglés, lo que le hace diferente a otras producciones paraguayas. Invitan a todas las personas a ver sus esfuerzos plasmados en lo que les apasiona cuando la película se encuentre en cartelera.

Comparten también que, si tenés una idea, es normal escuchar que es ridícula, que no vale la pena y es pérdida de tiempo, pero si esa es tu pasión, nunca la sueltes, a pesar de las adversidades; ese es el gran desafío de todos los paraguayos. “Amarrate a tus sueños y mantenete fuerte”, concluyen.

Por José Peralta (19 años)

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