La democracia del país tambalea cuando el equilibrio de los poderes desaparece

Cuando los tres poderes del Estado se complementan y se respetan mutuamente, existe la democracia. Este equilibrio se está perdiendo entre nosotros, pues HC no solo es el Poder Ejecutivo, también tiene el control del Congreso y de la justicia nacional.

Cargando...

Para que exista democracia, debe haber un equilibrio entre los tres poderes del Estado; el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial tienen que actuar de manera autónoma y ninguno de ellos debe tener más influencia sobre otro, pues en ese caso ya no sería una democracia, sino un gobierno totalitario.

Los casos históricos en los que un poder del Estado es superior a los otros dos casi siempre ha acabado mal, con gobiernos no tan beneficiosos para el pueblo. La centralización de poder en el Ejecutivo desemboca en regímenes absolutistas como los de Maduro en Venezuela, Morales en Bolivia o los Kirchner en la Argentina; en los ejemplos citados, una persona o una misma familia dirige el país y no admite oposición alguna.

En nuestro país, Cartes está ingresando a un terreno peligroso para la sociedad, aunque sea beneficioso para él y sus intereses. La detención del joven liberal Stiben Patrón fue una muestra de cómo HC maneja a su antojo a la Fiscalía General del Estado, un ente que debería ser imparcial. Cuando la justicia deja de ser ciega e investiga solo lo que molesta a los dueños del poder, la misma deja de ser útil para la sociedad y se vuelve un títere más del jefe de turno.

Cuando Montesquieu dividió el poder en tres y estableció al Poder Legislativo como el más importante y el más poderoso, la intención era que en el Congreso se establezca el pueblo, que tomaría las decisiones más importantes de un Estado. Hoy, nuestro Parlamento responde a los caprichos e intereses de una sola persona y se ha olvidado completamente de las necesidades de la sociedad.

En uno de los países más corruptos de Latinoamérica y cuya justicia se encuentra entre las peores del mundo, es triste saber que todas las decisiones de interés nacional están centralizadas en una sola persona. Sin tres poderes bien definidos y distintos, nuestra democracia seguirá agonizando y sufriendo de constantes violaciones, la justicia continuará haciéndose a la voluntad del Presidente y los parlamentarios actuarán como títeres, mientras los compatriotas sufren carencias y el total abandono de las autoridades que ellos mismos eligieron.

Por Brian Cáceres Verón (18 años)

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...