La mujer paraguaya es la más gloriosa y, al mismo tiempo, la más marginada

Cada seis días, una mujer es asesinada en nuestro país, una cifra bastante alarmante, puesto que en el año 2012 los feminicidios ocurrían con 12 días de distancia, según afirma la directora del Centro de Documentación y Estudios, Myrian González.

Así que, chicas, desde ahora, debemos prestar especial atención a las actitudes de exnovios y parejas actuales, ya que conforme a lo que había comentado la ministra de la mujer, Ana María Baiardi, los mismos representan en un 90% los principales agresores. La secretaria de Estado también mencionó que, muchas veces, la sociedad trata de culpar a la perjudicada en vez de apuntar el dedo acusador al que es realmente responsable.

Entre las principales causas de maltrato contra la mujer en nuestro país se encuentra la cultura machista, que considera a la mujer como un objeto más, incapaz de tomar sus propias decisiones.

La ministra mencionó que, lastimosamente, en esta generación solo se trabaja para paliar a las afectadas por maltratos físicos y violaciones. Es por eso que se debe concienciar a los padres del mañana, si es que se pretende disminuir la violencia contra mujeres, adolescentes y niñas.

Otra cuestión que afecta bastante a las mujeres es que, al momento de salir al mundo laboral, se encuentran con una brecha en la remuneración. Los hombres ganan 37% más que las mujeres, según datos arrojados por la Encuesta Permanente de Hogares, realizada al cierre del 2016 y publicada en diciembre de 2017 por la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos.

Debido a esto, resulta irónico recordar cada 24 de febrero la primera Asamblea de Mujeres Americanas, que tuvo lugar en la Plaza de Mayo en 1867, si es que no se van a respetar los derechos laborales y, por sobre todo, la vida de nuestras mujeres paraguayas, aquellas que incluso se animaron a levantar un país de las ruinas tras una guerra que trajo consigo solamente desgracias.

Si queremos enaltecer y honrar a nuestras madres, mujeres e hijas debemos hacerlo diariamente, con acciones que demuestren todo el amor y admiración que sentimos por ellas. Un día al año no es suficiente, menos aún si es que los demás están acompañados por miedo, llanto y desigualdades salariales. Entonces, la única pregunta que nos queda es: ¿Qué tan gloriosas deben ser realmente las mujeres para recibir el respeto que merecen?

Por Fiona Aquino (18 años)