Los ladrones que roban a los pobres cometen doble atentado contra la sociedad

Hace tres días, unos desalmados malhechores robaron artículos del Quiosco Solidario que brinda comida y abrigo gratis a los más necesitados. ¿Cómo alguien puede despojar de sus pertenencias a una causa tan noble? ¿Acaso existe gente que no tiene corazón?

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/MXOWMIARJZA6ZIEOHUWMPZZM5I.jpg

Cargando...

La insensibilidad para perpetrar un robo no tiene límites. Dos cocinas a inducción y una olla que usaban para calentar la comida fueron los objetos sustraídos del Quiosco Solidario, ubicado en avenida Venezuela y Sargento Gauto, barrio Virgen del Huerto. Definitivamente, la piedad ya no existe en el corazón de los asaltantes, pues no les tembló la mano para alzarse con cosas que no son suyas.

La responsable del quiosco, Nina Stewart, comentó que ya se les había robado anteriormente un pequeño parquecito que tenían para que los niños pudieran divertirse. Es lamentable leer en las noticias que existan personas tan despiadadas que ni siquiera piensan en el mal que acarrean con sus acciones. Entre 40 y 50 niños y adultos reciben un plato de comida gracias al Quiosco Solidario.

Este hecho deja en evidencia que, terriblemente, parece que en vez de avanzar y volvernos más civilizados, estamos retrocediendo y desatando una batalla campal en la que la ley es "todos contra todos". Este robo no es solo un golpe económico al quiosco, sino también una bofetada al trabajo, al sacrificio y a la solidaridad de mucha gente altruista.

Es una pena saber hasta dónde estamos llegando como sociedad. Resulta increíble ver cómo se perjudica a la gente que se preocupa por el bien del prójimo necesitado. Muchas personas trabajadoras que despiertan antes de que el sol salga son víctimas de delincuentes; ahora también quienes auxilian al hambriento se convierten en blanco de vándalos.

Este tipo de casos ya tiene su antecedente: en el 2014, la meritoria voluntaria Sara Servián también había sufrido una rapiñada por parte de ladrones que aprovecharon la crecida del río para alzarse con objetos del comedor Mitã Raity, de Tablada Nueva.

Cuando solemos ver a los zombis en las películas, pensamos que estos seres podrían llegar a ser reales si es que se desata una pandemia. Sin embargo, parece que actualmente ya tenemos algunos zombis entre nosotros, pero sin el aspecto de las pelis, pues son iguales a cualquier ser humano, solo que deambulan por la vida sin corazón y sin titubeos a la hora de matar a otros, si es necesario, para su propio beneficio.

Los afectados por los robos no son solo los líderes de esta causa noble; los niños, adolescentes y adultos que reciben comida y abrigo también resultan perjudicados por culpa de individuos crueles sin corazón.

Por Rocío Ríos (19 años)

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...