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Las abuelitas son expertas en dar amor y hacerte sentir mejor con sus caricias y mimos. Además, si te sentís mal, tenés algún dolor de estómago o garganta, ellas serán las que encontrarán una receta a base de yuyos que te hará pasar el sufrimiento en menos de lo que esperás.
En las épocas de invierno nunca faltan los resfríos y dolores de garganta que no te dejan ni tragar un poco de agua. Para curar estos males, las abuelas tienen una receta que es infalible, hecha de limón, miel y un poco de canela; aunque el sabor no sea agradable, el malestar pasará enseguida. Otro remedio utilizado por las tatas es la conocida gárgara de hojas de guayaba.
Si después de disfrutar mucho de la deliciosa comida de tu abue te ataca un dolor de estómago inaguantable, ella seguro te recomendará que te pongas un poco de alcohol en la panza y te cubras con papel diario, ¿alguna vez lo hiciste? Otras recetas para erradicar este mal son las infusiones de manzanilla con anís o el té de jengibre.
En caso de que tengas la nariz tapada y apenas puedas respirar, de seguro tu abuelita te hará oler el alcanfor para descongestionarte. Otra opción es hervir en agua el eucalipto e inhalarlo hasta que te mejores.
Algunas de las recetas de las abuelas son bastante raras y no tan efectivas; por ejemplo, para los piojos en la cabeza, las abuelas de antes ponían querosén en el cabello de sus nietos a fin de eliminar a los insectos; actualmente, los médicos desaconsejan el uso de este método por considerarlo insalubre.
Las abuelitas tienen conocimientos distintos a los actuales, ya que en su época todos usaban los tradicionales remedios yuyos, no existían los ibuprofenos ni paracetamol. Aunque no siempre nos gusten sus infusiones o tengan recetas muy raras, muchas fórmulas son efectivas y ayudan a hacernos sentir mejor.
Aprovechá al máximo las recomendaciones que te ofrecen tus abuelitas; además de dar amor y mucho cariño, te enseñan varias cosas de medicina casera que te pueden ser útiles en caso de estar enfermo. Aun así, no dejes de consultar con los médicos para que te den un diagnóstico acertado, pues no todo se cura con los remedios yuyos de la tata.
A pesar de que estas señoras no hayan estudiado medicina, sus fórmulas a base de hierbas naturales, sabiduría y una pizca de amor hacen que sus recetas te hagan sentir mejor y la enfermedad sea más llevadera.
Por Divina Alarcón (18 años)