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La Iglesia Católica paraguaya es, sin dudas, la mayor fuerza religiosa en todo el territorio nacional; mueve a millones de fieles, y hace un par de años tuvo el privilegio de recibir al papa Francisco en nuestro país. De hecho, durante el régimen stronista, dicha institución fue una férrea opositora y una molesta piedra en el zapato del “Único líder”.
Pero en los últimos años la Iglesia ha perdido parte de su gran credibilidad debido a los múltiples casos de sacerdotes abusadores y pederastas que han manchado el nombre de la institución. Es más, para empeorar la situación, el arzobispo y algunos obispos son quienes, muchas veces, ocultan bajo sus sotanas a los curas abusadores.
El caso de la joven manoseada por el ex párroco de San José de Limpio, P. Silvestre Olmedo, es solo uno de los tantos ocurridos durante todos estos años. El problema de esta situación es que el arzbobispo de Asunción, Mons. Edmundo Valenzuela, minimizó el hecho, argumentando que “no es una falta grave” y que el suceso es solo “una piedrita” que no debe convertirse en montaña.
Asimismo, el nuncio apostólico en el Paraguay, Mons. Eliseo Ariotti, se desentendió de la situación y no quiso hablar del caso por el cual está imputado el ex párroco de Limpio. Recordemos que el papa Francisco, en más de una ocasión, condenó duramente a los curas pederastas y abusadores, e incluso señaló que tanto los sacerdotes implicados en estos hechos como los obispos y arzobispos que los encubren están cometiendo un grave pecado en contra de la dignidad del ser humano.
La esencia del catolicismo es Jesús de Nazaret, el Dios hecho hombre que predicaba dos milenios atrás y cuyas palabras sirven de principio para todos los cristianos. Al parecer, la Iglesia Católica paraguaya va dejando atrás la doctrina cristiana y adopta posiciones que solo benefician a unos cuantos. Por ejemplo, cuando cayó la lluvia durante una manifestación encabezada por Paraguayo Cubas, los seguidores del abogado buscaron refugio en el templo de la Recoleta, el cual les fue negado por Mons. Edmundo Valenzuela.
¿Son estas las cosas que predicaba Jesucristo? ¿Cómo se sentiría el Nazareno al saber que sus “discípulos” encubren a violadores? Muchas personas van perdiendo la fe en la Iglesia y buscan encontrar a Dios por sí mismas, lejos de los escándalos y la maldad que rodean a las instituciones religiosas. Hoy día, la Iglesia Católica paraguaya está hundida en un pozo del cual le será difícil salir mientras las cabezas sigan siendo las mismas que actualmente la dirigen.
Brian Cáceres Verón (18 años)