Si querés alcanzar los 100 años, un caldo de locro o poroto podría ser la clave

¿Elegirías un caldo de locro en vez de un enorme lomito? Muchos afirman que la alimentación de nuestros abuelos era el secreto para una vida larga y saludable. Difícilmente, los jóvenes de la era actual se animen a probar los sabrosos platillos de antes.

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“Ekaruke che memby nde mbarete haĝua porque nde sa'yju'i hina” es una popular frase que, desde niños, oímos de los labios de la abuelita que tanto nos quiere y nos preparaba los más variados platillos de su época. Seamos sinceros, no a muchos les atraen la gastronomía de antes; por ello, las comidas rápidas son hoy el centro de nuestras vidas.

Desde pequeños estamos acostumbrados a las hamburguesas y los panchos en los cumpleaños, por lo que la comida chatarra se vuelve nuestra dulce tentación y muchos jóvenes ponen cara de espanto cuando oyen hablar de cualquier tipo de caldo.

Con frecuencia vemos en los noticieros las alegres fiestas en donde los abuelitos cumplen 100 años o más. “Es una bendición llegar a esa edad” o “ha'e ko ikaru porã” son algunas de las expresiones que afirman los familiares sobre el agasajado. En estos encuentros, además del tradicional karu guazu, el cumpleañero recibe el cariño de sus seres queridos y, los que gozan de mayor lucidez, amenizan la fiesta con curiosas anécdotas de sus años de juventud.

¿Cómo aguantaban nuestros mayores las arduas jornadas laborales? Generalmente, a las 4:00 de la mañana se iniciaba la faena cotidiana. El desayuno era bastante austero, un simple mate y nada más; el terere rupá consistía en una tortilla o mani ku'i con mandioca. Para el almuerzo, el menú era vori vori, locro, poroto con pata o soyo, entre otros.

Después del breve descanso de la siesta, el trabajo se reanudaba y, para aguantar el intenso calor, el mosto helado era lo ideal para refrescar a los trabajadores. En la merienda, las frutas de estación son las favoritas, además de algunos postres como kiveve, andai kamby y rora kamby.

¿Será que gracias a esta clase de gastronomía se puede aspirar a una larga vida? En cierta parte sí, pero cada organismo es diferente; además, los genes y la constitución física juegan un rol importante. Debemos evitar pensamientos mágicos acerca de la alimentación, pensando que si comemos a rajatabla como se hacía antes mantendremos un excelente estado de salud. Para evitar excesos, el Ministerio de Salud publicó en años anteriores recetas para una preparación correcta y consumo moderado de nuestros platillos.

La gastronomía local es tan valiosa que hasta la Secretaría Nacional de Cultura declaró parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de Paraguay a la sopa paraguaya, el locro, el jopara y el vori vori, nuestros conocidos platos típicos.

Quizás ahora no valoremos tanto nuestra gastronomía, pero si supiéramos lo mucho que los compatriotas en el exterior añoran degustar todos esos platillos, haríamos el intento de probarlos. No eches en el olvido tu herencia cultural: el rico caldo de locro y un suculento vori vori esperan a tu paladar.

Por Víctor Martínez (19 años)

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