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El novio de tu amiga empieza a actuar de forma extraña, entonces ella te pide que, como toda experta en stalkeo que sos, revises si el muchacho tiene alguna nueva amiga en Facebook o si alguien le está dando “me gusta” en su perfil.
El stalkeo en las redes es algo común. Todos en algún momento se pusieron a mironear las fotos en Instagram de la chica que les saca el sueño. Pero deben tener cuidado de que mientras admiran dichas imágenes, no se les escape algún corazoncito que los delatará con su amada.
Cuántas veces te pasó que mientras mirabas las fotos de tu platónico, llegabas a sus recuerdos de tres años atrás y se te escapaba una reacción ¡En ese momento, deseabas que la tierra te tragara!
Para aquellos que se consideran más meticulosos, existen aplicaciones especiales para plataformas como Instagram. Instasnoop, por ejemplo, permite ver la cuenta de alguien sin que quede rastros de que estuviste por ahí: no se te escaparán los "me gusta" y además podés tener una lista de cuáles son los perfiles que querés ver sin la necesidad de seguirlos.
Muchas personas dedican horas y horas a mirar las cuentas de terceros y, hasta cierto punto, está bien; sin embargo, algunos llegan a obsesionarse. Muchas chicas se pasan viendo las fotos del ex para ver en qué anda actualmente, si tiene novia nueva, con quién sale de fiesta o si ya “superó” la relación.
Stalkear a alguien para saber un poco más de su vida no es malo, pues las redes sociales son la carta de presentación de los jóvenes de hoy. No obstante, cuando stalkear se convierte en una actividad diaria, a la misma persona, varias veces al día, podría considerarse un acoso.
Hay que saber reconocer en qué momento una inocente visita al perfil de alguien se convierte en una manía. A la vez, debés cuidar los datos que compartís en tus redes, ya que no sabés quién puede estar stalkeándote y cuáles son sus intenciones. Así como vos podés espiar a alguien, también otros pueden hacer lo mismo contigo.
Por Divina Alarcón (18 años)