Un celular vale más que la vida de las víctimas para los asaltantes

Los constantes asaltos y eventuales asesinatos nos han arrebatado la libertad de caminar tranquilamente por las calles y, a cambio, nos han entregado mucho miedo. Para los malvivientes, la vida de las víctimas es menos valiosa que los objetos materiales.

https://arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/WWXBEURXDJEHNGUF63UU2XM2QM.jpg

Cargando...

Las autoridades van y vienen y, en su gran mayoría, prometen lo mismo año tras año a los ciudadanos: seguridad. La libertad de caminar tranquilamente sin tener la sensación de sentir el corazón en la boca constantemente es un derecho que nos han arrebatado los asaltantes y asesinos desde hace tiempo.

No importa si es que el sol apenas se asoma en las primeras horas de la mañana o ya se encuentra oculto, el miedo y la paranoia de no llegar sanos y salvos a casa se apodera tanto de hombres como mujeres, sin discriminar horarios.

Los ciudadanos debemos ingeniarnos e invertir algunos minutos valiosos de nuestras vidas para esconder nuestras pertenencias, pues llevar el celular en la mano o la billetera en un lugar accesible como el bolsillo del pantalón o en la cartera sería un error de principiante.

Algunos jóvenes adquieren ciertos elementos de defensa personal como gas pimienta y picanas eléctricas. Otros simplemente se aseguran de llevar algún artefacto que podría ser útil ante cualquier eventualidad, nunca está demás hallarse preparado.

''No corras'' y ''entregá todo lo que tenés sin resistirte'' son recomendaciones que escuchamos constantemente de nuestros padres; sin embargo, al vernos envueltos en la situación de víctimas y con un arma de fuego a la altura de la cintura, muchas veces, las emociones nos traicionan, haciéndonos correr y rehusándonos a dejar ir lo que con mucho esfuerzo conseguimos. Lo más triste de todo es que nos arrancan hasta la posibilidad de divertirnos con amigos. Tan solo hace una semana una estudiante universitaria había sido asesinada por ladrones cuando la joven se encontraba conversando por celular frente a un bar en el microcentro de la capital.

Para estos asaltantes, un celular vale más que la vida misma. No les importa, en absoluto, hacer que alguien deje de existir, marchándose de este mundo dejando atrás a padres, hermanos y amigos con lágrimas en los ojos preguntándose día tras día el porqué de las cosas y exigiendo a las autoridades justicia que, la mayoría de las veces, no llega en nuestro país.

¿Por cuánto tiempo más tendremos que aguantar esta inseguridad acechante?, ¿cuántas personas han de morir en manos de estos delincuentes que no dudan medio segundo para arrancarte la vida? Aunque algunos crean que solo pecaríamos de inocentes, debemos exigir a las autoridades que pongan fin a esto, de una vez por todas, y nos devuelvan la libertad de pasear con tranquilidad por nuestras calles.

Por Fiona Aquino (18 años)

Enlance copiado
Content ...
Cargando ...