Un círculo en la arena, traje de baño... ¡y que empiece la lucha en la playa!

Sol, playa y arena son factores escenciales, no solo para disfrutar del verano sino también para realizar deportes como el combate entre dos personas. Pablo Vera (18) es un competidor de la lucha de playa, una forma de entretenerse al aire libre.

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La lucha de playa es un deporte que se desarrolla sobre la arena, en un círculo de siete metros de diámetro entre dos personas. Esta disciplina cautiva hoy en día al público amante del combate.

Pablo comenta que a través de una amiga conoció este pasatiempo que se volvió apasionante en su vida. Asimismo, practica jiu jitsu y lucha olímpica; cuenta que hace aproximadamente tres años se encuentra metido en el mundo del desafío.

El joven está en la categoría juvenil de 60 kilos de la lucha de playa; por otro lado, cursa el primer año de la carrera de periodismo y trabaja en una empresa. Aparte del esfuerzo físico, dice que para ser luchador es necesario contar con salud mental y estabilidad emocional, pues estos también son factores importantes para convertirse en un buen competidor.

“Ser luchador significa todo; es un reto muy grande”, expresa Pablo, quien se dedica a entrenar todas las tardes para sobresalir en cada competencia. Además, cuenta que este deporte ayuda a un mejor desarrollo del cuerpo, debido a que la persona se encuentra en constante preparación física.

El deportista relata que tiene el apoyo de sus padres, quienes día a día le recuerdan al joven que en cada desafío estarán con él. Para Pablo, la clave para llegar al éxito es, en primer lugar, confiar en Dios y también esforzarse, entrenar , ser disciplinado y, por sobre todo, nunca darse por vencido.

Comenta que sus próximos objetivos son terminar los circuitos de manera exitosa y representar al querido Paraguay, haciendo lo que más le gusta: competir. También dice que el torneo de la lucha de playa conlleva tres etapas que el luchador debe pasar para seguir en el desafío, de las cuales él fue ganador de las dos primeras fases y ahora se encuentra en la última disputa.

La repercusión de la lucha de playa en el país es bastante alentadora, según Pablo. “Las personas están muy emocionadas por este nuevo deporte que llegó al Paraguay”, expresa el luchador quien también dice que competir se volvió una forma muy entretenida de pasar el tiempo. Con este deporte se promueven valores como la diversión, seguridad y la ecología, finaliza.

Por Mónica Rodríguez (18 años)

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