¿Votarías a cantantes y humoristas para representarnos en cargos públicos?

Cantantes como Nadia Portillo y animadores como Hugo Javier pretenden dejar de lado los escenarios y festivales para dedicarse a la política. El pueblo está perdiendo credibilidad en los representantes actuales, ¿será que los famosos harán un cambio?

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A un mes de las elecciones que van a definir el futuro de nuestro país durante los próximos cinco años, se escuchan nombres de ciertas figuras populares como Nadia Portillo y Hugo Javier para ocupar una banca en Diputados y en la gobernación del departamento Central, respectivamente.

Esta situación nos genera muchas preguntas: ¿Son estas personas las que necesitamos en nuestro parlamento?, ¿será que realmente quieren representar y defender los intereses del pueblo o solo están ahí por la cantidad de seguidores que tienen como figuras públicas?

Ya hace unos meses, Hugo Rubín había anunciado la candidatura de la cantante cumbiera para ocupar el cargo de diputada por el departamento de Alto Paraná alegando que "Nadia Portillo es una figura sumamente popular entre la gente; tiene muchísimos seguidores”. Actores, cantantes y humoristas también se suman a esta ola de postulantes famosos, como Celso Franco de la peli “7 cajas”, el tenor Jorge Castro, el locutor Raúl Melamed y el integrante de Ab Ovo Tito Ibarra.

Por su parte, el Partido Colorado impulsó la candidatura de Hugo Javier para asumir la gobernación de Central. El llamado “Número dos” posee una gran cantidad de followers, además del apoyo firme del presidente de la República, Horacio Cartes. ¿Será el locutor capaz de gobernar todo un departamento tan bien como anima en las fiestas?

Al parecer, el principal objetivo de los dirigentes políticos radica en llenar los lugares disponibles sin importar la preparación de los candidatos para ocupar dichos cargos. Una banca en las Cámaras implica mucha responsabilidad, especialmente en la toma de las decisiones para el desarrollo social y económico de nuestro país.

No está mal que personas renombradas intenten ocupar cargos públicos; sin embargo, sería propicio que estén realmente interesadas en realizar un cambio y no solamente sean utilizadas para acarrear un mayor número de votantes.

En estas elecciones generales sería fundamental que la ciudadanía no solo tenga en cuenta la popularidad de los candidatos sino también la preparación académica y la madurez cívica necesarias para desempeñar de manera seria y eficaz sus funciones.

Al final de todo, se encuentra en nuestras manos mirar cada propuesta y elegir a aquellos aspirantes a la Presidencia, Cámaras Alta y Baja y gobernaciones; quienes creemos que demuestran un interés sincero por ayudar a todos los habitantes del país y, principalmente, si son aptos para ocupar las bancas públicas.

Por Fiona Aquino (18 años)

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