Yo a tu edad... ¡Ndee! El eterno sermón comparativo del antes y el ahora

Al quejarte por despertar temprano o caminar mucho, los mayores no tardan en decir "cuando yo tenía tu edad...". Al revivir el recuerdo de su infancia, tu “tata” no duda en decirte que entre el antes y el ahora existe una gran diferencia.

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"¿De qué te quejás? Yo tenía que caminar varios kilómetros para ir al cole", es la típica frase que escuchamos de nuestros tatas cuando nos plagueamos por haber cruzado más de tres cuadras para llegar a la institución educativa. La comparación que hacen las personas mayores entre una época anterior con la actual se percibe cada vez que expresamos algo que no nos agrada, por ejemplo, tener que despertar temprano.

Cuando ves que tu abue inhala aire para que su sermón resuene por horas en tu cabeza, vos ya te preparás psicológicamente para decir "bueno entonces". Es tan reiterativa la confrontación del antes con el ahora que ya sabés de memoria cada episodio que tuvieron que afrontar tus padres o tus tatas en su infancia.

Imaginate que te encontrás en el aprieto magistral de ir terminando, a última hora, los detalles del trabajo de la facu para enviarlo por correo y que justo el wifi esté más lento que una tortuga. Seguro que soltás una cara larga y renegás hasta el último segundo de la empresa que te brinda el internet. Justo en ese momento, tu tía te mira y ya se prepara para bajarle: "En mi época, debíamos buscar las informaciones en libros y eso nos llevaba mucho tiempo; vos tenés todo más fácil e igual te quejás".

La comparación también se vuelve tema de conversación cuando pedís permiso a tu mamá para salir a recorrer algunos bares de Asunción, porque ella sí o sí se acuerda de que en su época había más seguridad, por lo que no duda en aconsejarte que te cuides mucho o que te quedes nomás en casa.

Aunque nos parezca medio aburrido y pesado escuchar cien veces la misma anécdota, los mayores, muchas veces, lo hacen con un propósito: valorar los avances que antes no se podían disfrutar. Por ejemplo, al plaguearte por despertar a las 7:00 de la mañana, tu tata evoca un pasado lejano para contarte que cuando era mita'i, él debía estar a las 5:00 listo en el kokue, ¿notás la gran diferencia?

Además, tampoco es para que te "rayes" con tus abues cuando dicen ya otra vez que cuando eran criaturas..., porque en el momento en que tengas algunas décadas encima, es más que seguro que hartes a tus nietos al contarles detalles de tu juventud. "En mi época, debíamos sacarle la batería al celular cuando se colgaba y, claro, esperar minutos a que se cargue un video medio largo en Youtube...".

Por Rocío Ríos (18 años)

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