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El 5G es un factor clave en el desarrollo de objetos conectados. Su desarrollo debería ayudar a soportar los miles de millones de datos que implicaría el uso masivo de coches autónomos y otros objetos inteligentes cotidianos.
China debe su fuerte avance tanto a “una política gubernamental proactiva como al impulso proveniente del sector”, según una investigación de CTIA, la asociación estadounidense de operadores de telecomunicaciones. Allí, todas las grandes empresas del sector se han comprometido con fechas de lanzamiento y el gobierno con las atribuciones de frecuencias a los operadores.
Los primeros desarrollos comerciales de esta tecnología se esperan este año en Asia y en Estados Unidos, pero la mayor parte de las implementaciones deberían llegar en 2019, de acuerdo con un estudio reciente de GlobalData.
La Unión Europea aspira contar con 5G para 2020. “Estados Unidos no tendrá una segunda oportunidad de ganar la carrera mundial del 5G” , dijo Meredith Attwell Baker, directora de CTIA.
El 5G es considerado por muchos países, especialmente por Estados Unidos, como un asunto estratégico. A mediados de marzo, la Casa Blanca bloqueó una OPA (oferta pública de adquisición) hostil de la empresa de semiconductores Broadcom, con sede en Singapur, sobre la estadounidense Qualcomm evocando temores para la seguridad nacional. Estados Unidos teme sobre todo a China, en particular al grupo Huawei.