Hallazgo de la mayor bolsa de gas de África amenaza costa de Mozambique

MAPUTO. Las prospecciones de gas en Mozambique, que podrían convertir al país en el mayor productor de África, amenazan con destruir ecosistemas vírgenes de gran valor, aún sin proteger, según los ecologistas.

Cargando...

Las aguas y las costas de la provincia mozambiqueña de Cabo Delgado, en la frontera norte con Tanzania, guardan un tesoro: uno de los ecosistemas mejor conservados del África meridional, donde, en 2009, se descubrieron nuevas especies de fauna y flora.

Pero el verdadero botín, el que ha atraído a empresas multinacionales a una de las regiones más deprimidas de Mozambique, se encuentra más abajo, en el subsuelo, en una bolsa de gas natural de 60 billones de pies cúbicos (unos 169 millones de metros cúbicos).

A los 40 billones de pies cúbicos descubiertos por la empresa italiana Eni, se sumó, el pasado mes de mayo, el nuevo yacimiento de 20 billones de la compañía estadounidense Anadarko.

Los hallazgos de carbón y gas, y las próximas prospecciones de petróleo, han convertido a Mozambique en “la nueva Angola”, país que en 2007 se colocó en los puestos de cabeza del crecimiento económico mundial gracias a la producción de crudo.

El último Informe de Inteligencia de la revista The Economist estima que los proyectos de gas natural de Cabo Delgado atraerán en los próximos años 68.000 millones de dólares (unos 55 millones de euros), entre los 18.000 previstos por Anadarko y los 50.000 de Eni.

La inversión total en el sector minero y de la energía en Mozambique alcanzará los 90.000 millones de dólares (unos 73 millones de euros) en los próximos diez años, siete veces el actual Producto Interior Bruto del país.

Los ecologistas alertan, sin embargo, de los riesgos del “boom” energético y de su impacto sobre los delicados ecosistemas litorales mozambiqueños.

“Las prospecciones de petróleo y gas son una preocupación, a pesar de los estudios ambientales, ya que los planes no están bien hechos”, asegura a Efe Roberto Zolho, coordinador regional de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y miembro del Fondo Mundial de Flora y Fauna (WWF).

“Es una amenaza real: en los distritos de Palma y Nangade (Cabo Delgado), se están haciendo prospecciones -explica Zolho-, y hay un proyecto de una licuadora de gas, que puede afectar a especies aún por descubrir”.

“En 2009, hallamos multitud de especies desconocidas en esa región, donde se están haciendo prospecciones, y aún no existen medidas de protección en esas áreas”, lamenta Zolho.

Los distritos de Palma y Nangade carecen de medidas especiales de conservación, aunque se encuentran a unos 200 kilómetros de Parque Natural de Las Quirimbas, la reserva más antigua de Mozambique, creada en 2002 y que incluye sistemas costeros y once islas de coral. El ecologista mozambiqueño apunta que la falta de un control adecuado del nuevo sector energético afectará a los mamíferos acuáticos, pero también a los bosques litorales del norte del país.

“La ausencia de estudios específicos nos puede hacer perder especies de fauna y flora”, alerta Zolho.

Las costas de Cabo Delgado albergan manglares y selvas litorales, y sus barreras de coral son el hábitat de tortugas marinas, dugones, delfines, ballenas jorobadas y varias especies de tiburones y mantas raya.

Para el ecologista mozambiqueño, “hay también muchas empresas oportunistas, que aprovechan la presencia de las grandes compañías para instalar industrias de apoyo sin estudios ambientales”.

“Es muy importante que hagamos valer las reglas y los contratos”, concluye.

La mayoría de los proyectos permanecen en estado embrionario, y solo estarán concluidos en un plazo de diez años, según The Economist.

Pero las carreteras, los tendidos eléctricos y las industrias de apoyo se instalan ya para inaugurar la “fiebre del gas”: un negocio que cambiará, para bien o para mal, la cara de Mozambique.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...