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Esto es ante las dudas respecto del registro y la recopilación de pruebas por parte de Estados Unidos, donde afronta cargos de piratería en Internet y fraude.
William Akel, uno de los abogados de Dotcom, dijo el martes que la audiencia prevista para agosto se pospuso de forma tentativa al 25 de marzo, ya que aún se están llevando a cabo dos revisiones judiciales referentes a mandamientos ilegales de registros y revelación de pruebas.
"Era inevitable que la audiencia de agosto se anulara porque tenemos dos casos actuales en el Tribunal Superior", dijo Akel a Reuters.
En su pesquisa de más alto rango sobre la piratería online, la Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos alega que Dotcom, conocido también como Kim Schmitz, encabezó un grupo que se hizo con 175 millones de dólares desde 2005 copiando y distribuyendo sin autorización música, películas y otro contenido con derechos de autor.
Los abogados de Dotcom dicen que la compañía ofrecía simplemente almacenamiento online. El retraso de la audiencia de extradición se produce tras una decisión del Tribunal Superior de Nueva Zelanda que dictaminó en junio que las órdenes de la policía para registrar la casa de Dotcom en busca de pruebas fueron ilegal.
El tribunal también dijo que las copias de pruebas del FBI y su envío a Estados Unidos fue también ilegal. Los abogados de Dotcom y la fiscalía están a la espera de una decisión sobre el manejo de las pruebas obtenidas bajo órdenes ilegales y si las pruebas que se usarán en el caso penal en Estados Unidos se revelarán a la defensa en la audiencia de extradición.
Akel dijo que estaba "decepcionado" por el retraso. A petición del FBI, policías armados de Nueva Zelanda, apoyados por helicópteros, entraron en la casa alquilada por Dotcom, de 38 años, a las afueras de Auckland en enero, confiscando ordenadores y discos duros.
Dotcom y otras tres personas fueron arrestadas. En un principio, se le negó la fianza y estuvo encarcelado un mes, pero los tribunales progresivamente le han ido levantando restricciones, permitiéndole volver a su mansión, dándole acceso a centenares de miles de dólares para gastos legales y retirando alguno de los límites a viajar y reunirse.