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Reacción tardía evitó otro amplio revés
A Paraguay se lo vio anoche con muchos errores, sin juego colectivo, dependiendo de alguna de pelota quieta para incomodar la valla adversaria. Tras un mal primer tiempo, se encontró con una etapa complementaria con la obligación de atacar, porque Colombia, que parecía conformarse con la igualdad, empezó a levantar, a demostrar cómo se finaliza una acción de pelota detenida, mediante Carlos Hidalgo para el 1 a 0. Mientras, nuestros jugadores demostraron gran ingenuidad en los tiros libres, hasta no sabiendo qué hacer para intentar capitalizarlos.
La anotación paraguaya, inmediatamente posterior a la de los cafeteros, pintó de cuerpo entero que nuestro equipo dependía mucho de los aportes ofensivos de los marcadores centrales. Fue Rodrigo Nicolo Román el que estableció la paridad con un imponente testazo.
Después se le vino la noche a la Albirroja, que había perdido el control, equivocándose más de la cuenta y Colombia aprovechó, nuevamente mediante Hidalgo, aumentando Botero al aprovechar una falla del portero y de los defensores, poniéndose el cuadro amarillo tres goles arriba mediante la anotación de Movil.
Era asunto liquidado, una nueva paliza recibida por nuestra escuadra, que sobre el final marcó un par de goles, el primero a través de Figueredo y el segundo mediante Miranda, para "maquillar" el resultado.
Una pena para nuestro fútbol, que desde el 97 no sufría una eliminación en primera ronda en selecciones juveniles. Esta escuadra lamentablemente no tuvo variantes, apenas recibía un tanto y se venía abajo. Regaló medio tiempo al conformarse con la igualdad sin goles y recién tuvo que ver cómo su valla era superada con comodidad para ir al frente, cuanto lo correcto hubiese sido adoptar una actitud ofensiva desde el inicio, como las necesidades de su situación en la clasificación lo indicaban.
Varias veces nos conformamos con clasificar en vez de pensar en mejorar la posición final. En esta ocasión debemos lamentarnos por no superar una ronda, faltando aún el partido del viernes ante Bolivia, de mero cumplimiento. Un golpe bajo para los chicos, una frustración para el cuerpo técnico, un castigo para la dirigencia que invirtió tiempo y dinero para nada. Y la paliza le queda a la afición, por esa ilusión que había tenido en nuestro combinado.
LA JORNADA
Estadio: Gilberto Parada, de Montero. Asistencia: 2.000 espectadores, aproximadamente.
PARAGUAY (3): Diego Iberbuden 5; Grégor Aguayo 5, Rodrigo Román 6 y César Martínez 5; Oscar Bogado 5, Roberto Giménez 5, Héctor Quintana 5 (84 Diego Miranda) 6 y José Guimaraes 6 (57 David Mendieta) 6; Fernando Rodríguez 6; Osvaldo Martínez 6 y Juan Ramos 5 (ST Diego Figueredo) 5. D.T.: Cristóbal Maldonado.
COLOMBIA (4): Libis Arenas 6; Harrison Morales 5, Cristian Zapata 5, Yimmy Estacio 5 y Pablo Armero 5; Fredy Guarín 6, Sebastián Botero 6, Sebastián Hernández 7 (55 Edwin Movil) 6 y José Otálvaro 6 (65 Anthony Tapia) 6; Carlos Hidalgo 8 y Juan Gilberto Núñez 7 (83 Víctor Palacio) s/n. D.T.: Eduardo Lara.
Goles: 52 y 64 Carlos Hidalgo (C), 54 Rodrigo Nocolo Román (P), 73 Sebastián Botero (C), 88 Edwin Movil (C), 90 Diego Figueredo (P) y 91 Diego Miranda (P). Amonestados: 36 Zapata, 74 Guarín y 77 Arenas, todos de Colombia. Tiros de esquina: Paraguay 9, Colombia 6.
Arbitro: Heber Lopes (Brasil) 7. Asistentes: Alessandro Rocha (Brasil) y Lorenzo Acuña (Chile). Cuarto árbitro: Patricio Polic (Chile).
LOS ADULTOS SON LOS QUE QUEDARON MÁS AFECTADOS
MONTERO (Enviado especial). La derrota de anoche pareció afectar más a los adultos que a los chicos, pues ningún integrante del cuerpo técnico se hizo presente en la conferencia de prensa. Y lo mandaron al encargado de prensa de la APF, Rogelio Cattebeke, y al delantero Diego Figueredo.
"¿Por qué el entrenador (Cristóbal Maldonado) no viene a dar la cara, para hablar de las cuestiones tácticas?", consultó un colega, respondiendo Cattebeke: "A mí me pidieron que viniera, y aquí estoy".
Tras responder algunas preguntas a la medida de sus posibilidades, el colega paraguayo le dio el micrófono a Figueredo, quien repitió varias veces: "Vamos a tratar de hacerle muchos goles a Bolivia", en el partido de despedida del viernes a disputarse en el estadio Tahuichi Aguilera, a las 21:00.
El retorno: En principio será el sábado, por la tarde, salvo que haya problemas de vuelo, principalmente para ubicar a todos los integrantes del plantel.
Sub 17, de nuevo: La última vez que Paraguay quedó al margen de un Mundial fue en 1997, en la Sub 17. Fue en el torneo desarrollado en nuestro país, cuando la Albirroja ocupó el último lugar del cuadrangular.
ENTER@TE
Lobby-comedor: Las delegaciones de Paraguay y Chile tuvieron que almorzar ayer en una esquina de la zona de recepción del Casa Blanca Condominio Hotel. Es que los dos salones que sirven de comedor fueron alquilados y las comitivas habían sido informadas con suficiente anticipación.
Apellido mal escrito: El "brasiguayo" Jorge Dirceu, volante de marca de la Albirroja, confesó que generalmente su apellido se escribe mal (Guimaraes o Guimaraez). El chico señaló que en realidad es Guimaraens. Un problema así se había originado con el "Perro" Raúl Arviniagaldez, a quien con el correr del tiempo le agregaban más letras, siendo inicialmente escrito su apellido como Aviniagalde.
De gran recorrido: José Guimaraens, cuyo pase pertenece al empresario-gerenciador de Sol de América, Marcelo Torcida, se inició en la escuela de fútbol del Cristóbal Colón de Ñemby, luego pasó al Victoria 2001 de Ypacaraí, al Deportivo Recoleta y ahora juega por Sol. Y conste que tiene 16 años, por lo que para cuando tenga 20 quién sabe en cuántos clubes jugará.
Dos por el primer lugar: Según los chicos, Diego Miranda y Héctor Quintana son los más comilones del grupo. Son los primeros en sentarse y los últimos en abandonar la mesa, de acuerdo a los informes, aunque también en broma comentan que los más pequeños del grupo, Osvaldito Martínez y David Mendieta, también son de comer mucho.
Siempre los mismos: Los componentes de la delegación chilena casi no dejan libre las computadoras. Se pasan navegando en internet y no dejan lugar a otra gente. Por lo menos nuestros chicos tienen restricciones para el uso de la computadora y hasta para leer los diarios en horarios no permitidos. "Están gran parte del tiempo encerrados", señaló un empleado del sitio de hospedaje, a quien le sorprendió la libertad que tienen los trasandinos, quienes solo cosechan derrotas y están por marcharse nuevamente a casa.
Descanso y compras: Hoy es un día muy especial, pues no habrá competición oficial y se abre una feria a la que acuden los extranjeros para adquirir los obsequios. De acuerdo a las referencias, en el sitio existe mayor variedad y los precios son más accesibles. Habrá que ver si los chicos tienen permisos para ir a comprar algunos recuerdos, porque de seguro los adultos realizarán una escapada, ya sea por la mañana o por la tarde, pues todos coinciden que no se puede volver a casa con las manos vacías. Por el momento, los familiares aseguran que recibirán mucha ropa sucia.
La anotación paraguaya, inmediatamente posterior a la de los cafeteros, pintó de cuerpo entero que nuestro equipo dependía mucho de los aportes ofensivos de los marcadores centrales. Fue Rodrigo Nicolo Román el que estableció la paridad con un imponente testazo.
Después se le vino la noche a la Albirroja, que había perdido el control, equivocándose más de la cuenta y Colombia aprovechó, nuevamente mediante Hidalgo, aumentando Botero al aprovechar una falla del portero y de los defensores, poniéndose el cuadro amarillo tres goles arriba mediante la anotación de Movil.
Era asunto liquidado, una nueva paliza recibida por nuestra escuadra, que sobre el final marcó un par de goles, el primero a través de Figueredo y el segundo mediante Miranda, para "maquillar" el resultado.
Una pena para nuestro fútbol, que desde el 97 no sufría una eliminación en primera ronda en selecciones juveniles. Esta escuadra lamentablemente no tuvo variantes, apenas recibía un tanto y se venía abajo. Regaló medio tiempo al conformarse con la igualdad sin goles y recién tuvo que ver cómo su valla era superada con comodidad para ir al frente, cuanto lo correcto hubiese sido adoptar una actitud ofensiva desde el inicio, como las necesidades de su situación en la clasificación lo indicaban.
Varias veces nos conformamos con clasificar en vez de pensar en mejorar la posición final. En esta ocasión debemos lamentarnos por no superar una ronda, faltando aún el partido del viernes ante Bolivia, de mero cumplimiento. Un golpe bajo para los chicos, una frustración para el cuerpo técnico, un castigo para la dirigencia que invirtió tiempo y dinero para nada. Y la paliza le queda a la afición, por esa ilusión que había tenido en nuestro combinado.
LA JORNADA
Estadio: Gilberto Parada, de Montero. Asistencia: 2.000 espectadores, aproximadamente.
PARAGUAY (3): Diego Iberbuden 5; Grégor Aguayo 5, Rodrigo Román 6 y César Martínez 5; Oscar Bogado 5, Roberto Giménez 5, Héctor Quintana 5 (84 Diego Miranda) 6 y José Guimaraes 6 (57 David Mendieta) 6; Fernando Rodríguez 6; Osvaldo Martínez 6 y Juan Ramos 5 (ST Diego Figueredo) 5. D.T.: Cristóbal Maldonado.
COLOMBIA (4): Libis Arenas 6; Harrison Morales 5, Cristian Zapata 5, Yimmy Estacio 5 y Pablo Armero 5; Fredy Guarín 6, Sebastián Botero 6, Sebastián Hernández 7 (55 Edwin Movil) 6 y José Otálvaro 6 (65 Anthony Tapia) 6; Carlos Hidalgo 8 y Juan Gilberto Núñez 7 (83 Víctor Palacio) s/n. D.T.: Eduardo Lara.
Goles: 52 y 64 Carlos Hidalgo (C), 54 Rodrigo Nocolo Román (P), 73 Sebastián Botero (C), 88 Edwin Movil (C), 90 Diego Figueredo (P) y 91 Diego Miranda (P). Amonestados: 36 Zapata, 74 Guarín y 77 Arenas, todos de Colombia. Tiros de esquina: Paraguay 9, Colombia 6.
Arbitro: Heber Lopes (Brasil) 7. Asistentes: Alessandro Rocha (Brasil) y Lorenzo Acuña (Chile). Cuarto árbitro: Patricio Polic (Chile).
LOS ADULTOS SON LOS QUE QUEDARON MÁS AFECTADOS
MONTERO (Enviado especial). La derrota de anoche pareció afectar más a los adultos que a los chicos, pues ningún integrante del cuerpo técnico se hizo presente en la conferencia de prensa. Y lo mandaron al encargado de prensa de la APF, Rogelio Cattebeke, y al delantero Diego Figueredo.
"¿Por qué el entrenador (Cristóbal Maldonado) no viene a dar la cara, para hablar de las cuestiones tácticas?", consultó un colega, respondiendo Cattebeke: "A mí me pidieron que viniera, y aquí estoy".
Tras responder algunas preguntas a la medida de sus posibilidades, el colega paraguayo le dio el micrófono a Figueredo, quien repitió varias veces: "Vamos a tratar de hacerle muchos goles a Bolivia", en el partido de despedida del viernes a disputarse en el estadio Tahuichi Aguilera, a las 21:00.
El retorno: En principio será el sábado, por la tarde, salvo que haya problemas de vuelo, principalmente para ubicar a todos los integrantes del plantel.
Sub 17, de nuevo: La última vez que Paraguay quedó al margen de un Mundial fue en 1997, en la Sub 17. Fue en el torneo desarrollado en nuestro país, cuando la Albirroja ocupó el último lugar del cuadrangular.
ENTER@TE
Lobby-comedor: Las delegaciones de Paraguay y Chile tuvieron que almorzar ayer en una esquina de la zona de recepción del Casa Blanca Condominio Hotel. Es que los dos salones que sirven de comedor fueron alquilados y las comitivas habían sido informadas con suficiente anticipación.
Apellido mal escrito: El "brasiguayo" Jorge Dirceu, volante de marca de la Albirroja, confesó que generalmente su apellido se escribe mal (Guimaraes o Guimaraez). El chico señaló que en realidad es Guimaraens. Un problema así se había originado con el "Perro" Raúl Arviniagaldez, a quien con el correr del tiempo le agregaban más letras, siendo inicialmente escrito su apellido como Aviniagalde.
De gran recorrido: José Guimaraens, cuyo pase pertenece al empresario-gerenciador de Sol de América, Marcelo Torcida, se inició en la escuela de fútbol del Cristóbal Colón de Ñemby, luego pasó al Victoria 2001 de Ypacaraí, al Deportivo Recoleta y ahora juega por Sol. Y conste que tiene 16 años, por lo que para cuando tenga 20 quién sabe en cuántos clubes jugará.
Dos por el primer lugar: Según los chicos, Diego Miranda y Héctor Quintana son los más comilones del grupo. Son los primeros en sentarse y los últimos en abandonar la mesa, de acuerdo a los informes, aunque también en broma comentan que los más pequeños del grupo, Osvaldito Martínez y David Mendieta, también son de comer mucho.
Siempre los mismos: Los componentes de la delegación chilena casi no dejan libre las computadoras. Se pasan navegando en internet y no dejan lugar a otra gente. Por lo menos nuestros chicos tienen restricciones para el uso de la computadora y hasta para leer los diarios en horarios no permitidos. "Están gran parte del tiempo encerrados", señaló un empleado del sitio de hospedaje, a quien le sorprendió la libertad que tienen los trasandinos, quienes solo cosechan derrotas y están por marcharse nuevamente a casa.
Descanso y compras: Hoy es un día muy especial, pues no habrá competición oficial y se abre una feria a la que acuden los extranjeros para adquirir los obsequios. De acuerdo a las referencias, en el sitio existe mayor variedad y los precios son más accesibles. Habrá que ver si los chicos tienen permisos para ir a comprar algunos recuerdos, porque de seguro los adultos realizarán una escapada, ya sea por la mañana o por la tarde, pues todos coinciden que no se puede volver a casa con las manos vacías. Por el momento, los familiares aseguran que recibirán mucha ropa sucia.