"Dejé el baloncesto para seguir a Jesús", dijo en un vídeo del que se hicieron eco este lunes los medios estadounidenses.
"Sé que a los ojos de mucha gente, eso parece como una pérdida. Pero solo quiero que sepáis que estoy superemocionado porque realmente puedo servir a Dios con mi 'sí' completo y siento que dejar el baloncesto me permitirá entrar al sacerdocio a tiempo completo" añadió.
De 21 años, Griffin jugó en la universidad de Duke antes de dar el salto a la NBA en 2022 con los Hawks.
En Atlanta disputó 72 partidos en su primera campaña y solo 20 en la segunda. Este verano fue traspasado a los Houston Rockets, con los que no llegó a debutar en temporada regular debido a su retirada del deporte profesional.
En total, Griffin cerró su breve paso por la NBA con 7,5 puntos, 1,9 rebotes y 0,8 asistencias de media por encuentro en 17,1 minutos.