Los de Joan Peñarroya están inmersos en una espiral negativa. Son incapaces de encadenar partidos a buen nivel y vuelven a caer en los mismos errores -fragilidad defensiva, debilidad mental- una y otra vez sin encontrar soluciones.
El pasado domingo, en el Palau Blaugrana, los aficionados despidieron al equipo con una pañolada tras perder ante el Baxi Manresa (92-103), en otro partido que encajaron más de cien puntos y en el que no tuvieron opciones para sacarlo adelante.
Y pese a que el problema está detectado, la solución no llega. El capitán del equipo, Álex Abrines, entiende las críticas de los aficionados y no se extrañó por los pañuelos que se vieron en las gradas ante el Manresa.
"Este año está siendo una mierda en cuanto a resultados. Debemos tomárnoslo como un toque de atención, aunque llevamos muchos ya. Estamos en febrero, tenemos la Copa a la vuelta de la esquina... jugando así no tendremos la oportunidad de luchar por los títulos", resume el capitán del equipo.
La realidad es que el Barça es un equipo sin alma, que resuelve por talento individual muchos encuentros, pero que se cae cuando no se aplica en defensa.
Esta semana, con doble enfrentamiento en la Euroliga y un partido en Valencia, el nivel de exigencia para el Barça (13-11) será de nuevo máximo. El encuentro de este miércoles ante el Maccabi será el más sencillo de los tres en un principio.
Los israelíes son penúltimos (6-18) y llegan al Palau sin su mejor hombre, el alero Jaylen Hoard, que esta lesionado. El ex escolta barcelonista Rokas Jokubaitis (12 puntos y 5,1 asistencias de media por partido) tendrá una nueva ocasión de brillar en uno de los equipos más erráticos de la Euroliga.
Ante Maccabi, el Barça es favorito, pero también lo era en el partido de la primera vuelta en el que sufrió para resolver por un mínimo 86-88, gracias a la aportación individual de Jabari Parker, autor de 18 puntos y nueve rebotes.
Los otros dos partidos de la semana serán contra rivales de nivel superior. El viernes se mide a Olympiacos, líder de la Euroliga, en casa; y el domingo viaja a Valencia.