Comienza la catástrofe

Deportivo Capiatá no se cansa de sorprender al continente. El equipo paraguayo de tan solo 6 años de vida institucional silenció “La Bombonera” y venció por 1-0 a Boca Juniors, por el juego de ida de los octavos de final de la Copa Sudamericana.

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Dentro de una cancha de fútbol poco importan los antecedentes, la historia de los equipos y mucho menos el presupuesto económico de cada club y el ganador no siempre es el protagonista “rico”, sino muchas veces el deporte más lindo del planeta premia al que tiene más valentía y menos miedo a perder. Y ese fue el heroico Capiatá, que sigue sacando pecho por el balompié paraguayo, para agigantar cada vez más su increíble primera historia fuera de casa.

El equipo guaraní no solo silenció a toda la gente de Boca Juniors presente en el estadio, sino también respondió en la cancha a la polémica declaración de Mariano Echeverría, quien dijo que sería una “catástrofe” que el cuadro “Escobero” elimine al xeineize.

Deportivo Capiatá hizo un primer tiempo excelente. Si bien fue asfixiado en los primeros 20 minutos como era lógico, de a poco el equipo paraguayo comenzó a deshacerse de esa presión y tuvo más contacto con el balón, haciendo respirar a una defensa que tuvo que trabajar y mucho en el inicio del juego.

Una de las grandes virtudes del equipo dirigido por Héctor Marecos fue la madurez y solvencia expresada en la cancha. A pesar del infernal ambiente que se vivía en el mítico estadio de “La Bombonera”, los futbolistas capiateños no se inmutaron en lo más mínimo ante un público ensordecedor, que siempre juega un papel extra en los juegos de Boca.

Capiatá se mostró muy compacto como equipo y mantuvo un mínimo espacio entre las líneas, lo cual ayudó a cerrar más los espacios y doblegar el trabajo de un frustrado xeneize, que tuvo que recurrir al individualismo de sus jugadores, pero esto poco resultó ya que el auriazul guaraní escalonó las marcas y cuando el rival pasaba de un hombre, ya lo esperaba otro a tan solo unos metros.

El conjunto paraguayo tuvo a un arquero Antonio Franco inspirado que sacó todo lo que se aproximó hacia su portería; estuvo lúcido en las pelotas aéreas y se mostró impecable para salir a achicar en los remates de media y corta distancia.

Deportivo Capiatá esperó su momento y golpeó en el momento exacto. A los 44', tras un córner de Cristhian López, Óscar Ruíz peinó en el primer palo y la pelota terminó desviándose en Lisandro Magallán, para engañar totalmente a Orión y meterse al fondo de la red xeneize. Tras el 1-0, Boca respondió de inmediato y el auriazul aguantó como pudo para irse con la ventaja vital al término de la etapa inicial.

En la complementaria, como era lógico, el equipo local entró con una sola obsesión: buscar el empate y luego el triunfo. Nada de eso se dio, ya que el equipo de Héctor Marecos defendió con alma, vida y un poco más. El portero Antonio Franco se destapó para convertirse en gran figura de un equipo, que sobre el final olvidó la estética y sacó como pudo cualquier balón que caía al área.

Con apenas 6 años de vida como club, Capiatá se convierte en el segundo equipo luego de Olimpia en vencer a uno de los equipos más ganadores del mundo como Boca Juniors. La revancha de esta serie será el próximo jueves 23 de octubre, a las 21:15 en el estadio Feliciano Cáceres de Luque.

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