Inglaterra, que separó sus caminos de los de Gareth Southgate tras la Eurocopa de Alemania, está entrenada de forma interina por Carsley, anteriormente preparador de la sub21.
Carsley solo ha dirigido dos partidos por el momento, las victorias ante República de Irlanda y Finlandia, pero su buen hacer le pueden valer un contrato con miras a cotas más altas a partir del verano que viene.
Y es que Guardiola termina contrato con el City el 30 de junio del año que viene, fecha que choca con la disputa del Mundial de Clubes de la FIFA en el que estará involucrado el Manchester City.
Los condicionantes para una renovación del acuerdo en estos momentos son difíciles, por el proceso legal en el que se encuentra sumido el City, acusado por la Premier League de 115 irregularidades financieras.
El juicio, que comenzó hace más de dos semanas, puede deparar una multa económica, pérdida de puntos e incluso expulsión de la Premier League así como del resto de competiciones, siempre y cuando los 'Sky Blues' sean culpables.
En ese contexto, Guardiola ha dado dos soluciones. Dijo que podría quedarse entrenando en League One (Tercera división) y también dijo que si desde el club le han mentido sobre ser inocente, se iría.
El de Sampedor nunca ha negado su deseo de entrenar a una selección nacional y la oportunidad de Inglaterra es imperdible, con un equipo que viene de ser finalista en dos Eurocopas, con grandes jugadores y con un Mundial a un año vista.
Guardiola, además, seguiría en Inglaterra, donde siempre se ha sentido mejor tratado y menos presionado que en España y tiene una buena relación con la prensa local.
En caso de agotar su contrato el próximo junio, Guardiola pondría fin a nueve años de trabajo en Mánchester en los que ha logrado todos los objetivos. Además de ganar seis Premier League, que pueden ser siete, ha conseguido el resto de títulos, incluida la primera Champions League en la historia del club.