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El Deportivo Santaní había contratado por una temporada al japonés Hiroki Uchida, quien recibió el visto bueno del entonces entrenador Félix Darío León. El delantero de 24 años estuvo en algunos partido en la banca de expectativas pero no pudo debutar con la albinegra en Primera División.
Uchida prácticamente no habla español y solo conoce palabras básicas para desenvolverse. El atacante nipón visitó la redacción de ABC Color para contar el calvario que está viviendo por “culpa” del empresario que lo trajo a nuestro fútbol.
Él llegó al fútbol paraguayo por intermediación de agente de jugadores, Kazunori Sato, quien según contó, lo abandonó a su suerte en nuestro país. Por intermedio de una carta redactada y firmada por su abogado, Uchida reveló el problema en el que está metido y por qué no puede volver a Japón.
“Durante los cinco meses (de contrato con Santaní), no he podido recibir mis salarios y a pesar de los pedidos de ayuda al Sr. Sato, solo me responde con evasivas, por lo que me sentí abandonado a mi suerte”, cuenta en la primera parte del escrito el futbolista oriental, quien aclara que el Deportivo Santaní no le debe nada y el acuerdo que hizo fue con su representante.
El problema principal pasó por el manejo del idioma. Explica que su representante insertó cláusulas en el contrato que él no sabía y ahora que quiere rescindir se enteró. El Sr. Sato le solicita la suma de US$ 18.000 para terminar el vínculo y dejarlo libre, pues de lo contrario podría tener problemas judiciales.
Uchida agradeció a Santaní, que le dio estadía en el Complejo Victoria de Ypacaraí y gracias a ello no pasó hambre, aunque explica que por la soledad y la preocupación ha perdido mucho peso. Relató además que cuando el equipo sampedrano no concentraba ahí para los partidos de fin de semana, tuvo que abandonar el local y hospedarse en un hotel, obviamente pagado de su bolsillo.
La idea de Hiroki ahora es recurrir a la Asociación Paraguaya de Fútbol para intentar encontrar una solución. “Solo quiereo dejar constancia para salvaguardar mi buen nombre, que he tratado de dar por finalizado nuestro contrato de manera amistosa. Además pienso presentar una queja ante la APF y recurrir a la justicia ordinaria por daños y perjuicios”, añade la carta que elaboró el propio Uchida.