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El técnico peruano Roberto Mosquera, cuyo equipo está en picada tras ser líder del torneo boliviano, se enfrascó este jueves en una polémica por sus críticas al juego del fútbol en La Paz, un tema tabú en este país.
De cara al partido de visita frente a Bolívar por el torneo Clausura-2018, Mosquera, cuyo equipo Royal Pari proviene del llano, declaró que “en La Paz no se puede jugar con nadie de igual a igual, es una ventaja competitiva enorme que tienen los equipos de allí”.
Y después puso el dedo en la llaga: “La deuda que tiene la selección (absoluta de Bolivia) es ganar allí (La Paz); es que todos no se explican ¿cómo a 4.000 metros no se puede clasificar?” a un Mundial.
Bolivia no clasifica a un Mundial desde Estados Unidos 1994.
De inmediato el timonel peruano, cuyo equipo no gana los últimos tres partidos luego de haber sido la sensación del certamen doméstico, comenzó a recibir críticas.
El capitán de Bolívar, Juan Carlos Arce, citado por el diario Página Siete, deploró las críticas de Mosquera, a quien “no escuché decir nada sobre la alta temperatura” de hasta 38 grados en que hace jugar cuando es local.
Arce, ocasional capitán de la selección boliviana, atribuyó las declaraciones de Mosquera al hecho de que “todos buscan una excusa”.
Mosquera, técnico bandera de Perú, revolucionó al modesto Royal Pari, recién ascendido a la primera división este año.
Considerado uno de los mejores técnicos peruanos, Mosquera regresó a Bolivia en abril último, luego de un paso agridulce en el Jorge Wilstermann de Cochabamba (centro).
Mosquera llevó a Wilstermann a los cuartos de final de la Copa Libertadores de América-2017 y estuvo en el banco del club ’aviador’ durante 11 meses, hasta que cometió un craso error, tras vulnerar el reglamento y alinear en un partido por el torneo doméstico a más jugadores extranjeros de lo permitido.
En un partido precisamente ante Bolívar, en noviembre de 2017, Mosquera había alineado a cinco extranjeros, uno más de lo permitido, en un encuentro que terminó empatado 2-2, lo que restó puntos a Wilstermann, que de inmediato cesó a Mosquera.