/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/4D6LORSBWRBEXG226GFKQGFFB4.jpg)
Cargando...
El equipo “millonario” necesita vencer por dos goles de diferencia en el Arena do Gremio para conseguir un billete a la final, que no pisa desde 2015, cuando levantó el trofeo continental por última vez ante el Tigres mexicano.
Los dirigidos por Renato Gaúcho lo tienen más fácil tras la victoria conseguida en el partido de ida, por lo que un empate les permitiría seguir defendiendo el título que consiguieron el año pasado frente al Lanús argentino. No obstante, el técnico sigue pendiente del estado de forma de dos de sus jugadores más decisivos en el frente de ataque: el enganche Luan y el extremo Everton, quienes sufren diversos problemas musculares y serán duda hasta última hora.
Everton ya empezó a entrenar con pelota el domingo y tiene más fácil reaparecer. El caso de Luan parece más complicado. En la defensa, los centrales Paulo Miranda y Bressan disputan la plaza que dejará en el centro de la zaga el argentino Wálter Kannemann, suspendido para este partido de vuelta.
Por su parte, el River Plate está confiado en que la remontada en el Arena do Gremio es factible. “Nosotros vamos a intentarlo todo, que significa ir a ganar, utilizar las armas que nosotros creamos necesarias para resolver una serie que es difícil pero no imposible”, dijo el técnico Marcelo Gallardo, que no podrá dirigir hoy a su equipo por una sanción de la Conmebol.
El principal punto de preocupación del club argentino es el estado del césped del estadio de Porto Alegre, dañado tras el concierto que ofreció la semana pasada la cantante colombiana Shakira. Al igual que los brasileños, River está centrado en la Libertadores, marcha en la sexta posición de la Superliga argentina, que comanda Racing.