Pogacar (Klanec, 26 años), vigente campeón del mundo, con 3 títulos del Tour de Francia, 1 Giro, 4 Lombardías, 2 Liejas y 1 Tour de Flandes entre sus 92 victorias como profesional, ha empezando la temporada arrasando, como en 2024, y confirmando un 'modus operandi' en carrera utilizado por los campeones en 14 de las últimas 15 carreras de grandes monumentos, Mundiales y Juegos Olímpicos.
El método "el que pueda que me siga" es casi infalible para Pogacar, instalado en una tendencia "merckxiana" que ya solo le enfrenta a la historia. Esta temporada, el esloveno fulminó con su método a todos sus rivales en el Tour de los UAE, y luego con un despegue a 20 km de meta en la Strade Bianche, después de sufrir incluso una aparatosa caída.
En su duelo con la historia, Pogacar aporta un dato irrefutable: ha conseguido diez victorias en solitario en carreras del World Tour y Campeonato Mundial en tan solo 36 meses.
Van der Poel y Evenepoel otros héroes en solitario
Pogacar aparte, si se tienen en cuenta las 2 ediciones anteriores de la Strade Bianche, los dos últimos años de los Monumentos, el Campeonato Mundial y los Juegos Olímpicos, los vencedores en solitario han ganado en 14 de las 15 ocasiones, y con solo tres ciclistas, el belga Remco Evenepoel, Mathieu van der Poel y el propio Pogacar.
Tres corredores fuera de categoría, especiales y con una capacidad para resolver las carreras que obligan a establecer una jerarquía muy definida en el ciclismo mundial. Por una parte, "los tres grandes tenores", y después el grupo de "los demás".
Por otra parte, este sistema utilizado para resolver las carreras reduce el ingenio táctica a un movimiento tan simple como demoledor, siempre y cuando el corredor que se atreva con ello disponga de la fuerza y clase suficientes.
Las estrategias de los equipos se reducen en la mayoría de las veces a la resignación y los intentos infructuosos de frenar al crack de turno. Pero, ¿qué se puede hacer ante tamañas demostraciones?. Un examen de control y estrategia para los directores deportivos ante una táctica tan previsible como inevitable. Es la ley del más fuerte.