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Una eufórica multitud vibró con cada presentación de los grupos, que con diferentes estilos musicales hicieron delirar al gentío.
La de Roberto abrió así una jornada marcada por la fuerza que provenía tanto del escenario como de todo el ruedo. Con un pop rock bien melódico, hizo cantar con “Hemisferios”, “Siempre a la deriva”, “La cascada”, y más, para dar paso a la siempre enérgica Villagrán Bolaños, que desató la locura del público. Varios desafiaron toda la seguridad para subir al escenario a abrazar al cantante e incluso rapear con él. Sonaron “Sonrisa”, “Cae”, entre otras.
Una emoción un tanto desmedida ya marcaba este tramo del concierto y luego subió Salamandra, que generó los primeros pogos de la noche al ritmo de “El lugar”, “La frecuencia” y más.
Parecería que con la tranquilidad del reggae de Pipa para Tabaco se calmaría un tanto la gente, pero a su turno asombraba ver a todos cantar las canciones enteras y a los gritos. “Todo bien-to”, “La manzana”, y otras, fueron las que el vocalista dejó que el público cante solo. El paseo por estilos terminó con la contagiante cumbia pop de los Kchiporros, quienes provocaron más locura, especialmente entre el público femenino. Con “La lamparita”, “Señor Pombero”, “Siente el movimiento”, “El metal”, y muchas más, consumaron una noche donde la música nacional fue la gran protagonista y así también el público, que hizo del evento una gran fiesta. Por suerte, ningún inconveniente entre la seguridad y la gente pasó a mayores.
victoria.martinez@abc.com.py