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Guaraní quiso sufrir
El Aborigen toca nuevamente la punta del campeonato, al menos de forma parcial, a la espera de que se complete la decimocuarta fecha del Clausura.
Ni el propio Guaraní habrá esperado encontrar enfrente a un equipo liberteño tan inexpresivo, que prácticamente estuvo a merced del cuadro local en la mayor parte del primer tiempo.
El juego empezó con una desgraciada acción en la que chocaron las cabezas de Antonio Bareiro y Enrique Meza. Este último, lateral izquierdo de Guaraní, tuvo que ser retirado a los 2 minutos, al registrar un corte en la cabeza.
Ingresó Tomás Bartomeus, quien no tuvo dificultad para desempeñarse con soltura en su puesto. Pese a la adversidad inicial, el Legendario tomó las riendas del partido y antes de cumplirse el primer cuarto de hora, se puso en ventaja.
El habilidoso Ismael Reyes, perfilado por la izquierda, hizo un pase de “rabona” hacia el medio. Palau tomó el envío y enseguida buscó a Hernán Novick por la derecha. El charrúa enfiló hacia el área y en las cercanías sacó un remate potente y cruzado que se metió en el ángulo derecho del arco de Muñoz, a los 13’.
Dos minutos después, Bogarín ejecutó un tiro de esquina desde la izquierda y en el segundo palo se elevó el espigado debutante Marcos Urán para aplicar un cabezazo que volvió a sacudir la red del arco liberteño y a hacer vibrar a la parcialidad aborigen.
El Indio tenía la mesa servida, pero quiso sufrir, fiel a su costumbre. Teniendo el marcador a su favor y un amplio dominio, Guaraní se dejó estar, permitiendo a Libertad despabilarse y en una llegada de Cardozo Lucena al área, no le encimó Morel y el volante descontó para el Gumarelo. La segunda etapa fue de dominio liberteño, pero las imprecisiones le privaron del empate.