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“Ramón González Daher está con un tema deportivo/judicial e inhabilitado para continuar en el cargo. Así estamos, en este momento”, respondió en la rueda de prensa Robert Harrison, cuando se le consultó sobre la situación del referido dirigente luqueño que ocupa cargo en la APF desde 1995, cuando ejercía la presidencia de esta entidad, el esc. Óscar Harrison, padre del actual titular.
La intención de tener mayores detalles sobre la sanción a González Daher, nos llevó a charlar con el abogado Miguel Laterza, nuevo secretario general de la APF, y este comentó que la suspensión se registró ya en diciembre pasado, cuando el citado directivo no aprobó “el examen de integridad”, una nueva normativa de la FIFA que hace cumplir a rajatabla la Conmebol.
Esta versión se tuvo en su momento, pero se manejó con mucho hermetismo en el seno del Consejo Ejecutivo de la APF, incluso en la reciente y primera sesión de este año, González Daher no participó. Tras aquella reunión prolongada por cierto, hubo otra “sesión reservada” y de lo charlado no se filtró absolutamente nada.
Pedido de dimisión
La inhabilitación o sanción de González Daher vino acompañada del “pedido de dimisión al cargo” de vicepresidente de la APF y el hecho de aprobar el examen de idoneidad fue informada por la Comisión de Ética y Cumplimiento, un organismo independiente de la CSF y cuyos integrantes son elegidos por cada una de las Asociaciones afiliadas a la matriz del balompié sudamericano.
Apelación al TAS
Ramón González González recurrió a profesionales del extranjero para apelar la sanción ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), con sede en Lausana, Suiza.
Este procedimiento sigue su curso, puede extenderse entre seis y ochos meses, de acuerdo a los datos recabados. Entonces, mientras se espera la resolución de aquel organismo internacional, la suspensión está vigente y la APF la debe hacer cumplir.