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Con la inclusión de Julián Benítez, como solitario delantero en el equipo de Nacional, uno se imaginaba cuál era el que podría crear más peligros a los arqueros. Es que el juvenil Araújo quería, pero no podía, y Melgarejo se preocupó más por tratar de tapar las subidas de Raúl Cáceres, por la derecha.
Así, Sol de América fue tejiendo jugadas sobre el área alba, con Orzusa, Ignacio Miño, apoyando por derecha las proyecciones de Cáceres, quien tuvo en sus pies por dos ocasiones para abrir el marcador, pero en una se lo impidió Don, y en la otra remató afuera.
En otra jugada por la derecha, Miño alargó el balón para Ovelar, quien con una mediavuelta metió el bombazo de izquierda que se coló en el ángulo de “Nacho” Don.
En la etapa final, Sol quiso asegurar el resultado, prácticamente dejó de atacar, y permitió el avance masivo del rival, que ya tenía a Benjamín Pedrozo en la ofensiva, aunque atacaba más con empuje que por buen fútbol, pero arrinconó al local, y la primera ocasión de gol llegó con un disparo de Torales que pegó en el palo derecho de Ortiz.
Morínigo recurrió a Marco Prieto para tener más presencia en el área y forzar a los centrales, y este en la primera ocasión logró la igualdad con un puntín de izquierda.
Faltaban muchos minutos, Sol se abrió, y el juego se hizo de ida y vuelta, y Ovelar pudo volver a anotar, pero le faltó puntería, y tuvieron que conformarse con el empate que sirve de poco.