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Luqueño dio con la tecla de la victoria en el momento preciso, para vencer con lo justo al General Díaz de la misma ciudad, por la cuenta de uno a cero.
Ambos equipos mostraron desajustes propios de un comienzo de temporada, pero asimismo tuvieron la virtud de encarar el juego con neta vocación ofensiva.
El cuadro auriazul presentó a figuras incorporadas recientemente como refuerzos, entre quienes se destacó el trabajo de Esteban Ramírez en el mediosector.
Sin embargo, dos juveniles de la casa descollaron por su entrega y dedicación, como Cristhian Aguada, ya conocido en el cuadro auriazul, y Henry Ruiz, quien impresionó bien en los ensayos previos y debutó en el puesto de lateral izquierdo con total soltura, mostrando atributos bien definidos como las proyecciones rápidas por su sector y el apoyo constante al ataque.
General también tuvo lo suyo, pero la precisión fue del local para llegar al gol. Gran carga de Ruiz, quien superó a Espínola, cambió de frente para Alegre y este sirvió el pase para que Aguada defina en la boca del arco y refresque la cálida noche.
Feliz comienzo auriazul
El festejo de los parciales de Sportivo Luqueño tuvo rienda suelta luego del silbato final del árbitro Víctor Robles, ya que la tensión se mantuvo hasta el último minuto por la insistencia del equipo visitante por llegar al gol del empate.
“Hemos ganado a un equipo fuerte, que nos hizo cuesta arriba esta victoria”, manifestó el entrenador auriazul, Pablo Caballero. El mismo añadió: “General Díaz juega muy bien y sabe lo que hace dentro del campo de juego. Nosotros tuvimos la felicidad de haber podido llegar al gol, ya que el partido no era fácil para ninguno de los dos equipos, y pudimos sostener la ventaja hasta el final”.
Por su parte, Humberto García indicó: “Creo que jugamos bien pero nos faltó más serenidad en el área adversaria para definir las situaciones que generamos”.