Mayweather-McGregor, un show hasta el final

“Frenaron la pelea demasiado pronto”, se lamentó Conor McGregor, que, fiel al show, apareció con una botella de whisky irlandés tras el nocaut técnico en el décimo round que le impuso el norteamericano Floyd Mayweather, quien confirmó a su vez su retiro definitivo del ring.

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“Tenía la cabeza clara. Debió dejar que la pelea continuara, dejar que Floyd me tumbara si podía”, agregó McGregor, que se sirvió un vaso de whisky, como para demostrar que “no estaba tan mal” y que la pelea tendría que haber seguido.

“Cuando estoy cansado, me tambaleo un poco, pero estaba listo para seguir peleando”, aseguró el irlandés y dijo que el árbitro Robert Byrd debió seguir la pelea.

“Dónde están mis dos últimos asaltos? Podía haber regresado a mi esquina y noquearle yo al final”, agregó McGregor, que sin embargo elogió a Mayweather. “El árbitro –respondió el estadounidense a McGregor– hizo bien. Estaba pensando en tu futuro, Conor”.

“Es mejor de lo que pensaba”, dijo luego Mayweather sobre McGregor, y reconoció que el luchador de artes marciales irlandés lo superó en los primeros asaltos, pues entre el primer y quinto round recibió más golpes de los que acertó: (51 contra 40), aunque aseguró que se trató de un plan.

Tras la pelea, celebrada el sábado por la noche en Las Vegas, Mayweather siguió con su show entre sus íntimos, volvió al vestuario y, fiel a su estilo, destacó a los gritos con su gente un “Easy work, easy work!”. “Trabajo fácil, trabajo fácil”.

La pelea en el T-Mobile Arena de Las Vegas ingresó 200 millones de dólares para Mayweather.

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