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Rubio Ñu alcanzó el triunfo porque fue inteligente, porque el segundo tiempo encaró con decisión, dominó las acciones y administró con solvencia la posesión del balón. Es que estaba en desventaja y las movidas que introdujo su técnico, Carlos Jara Saguier, motivaron un mejor desempeño del equipo.
Con Brian Montenegro en ofensiva, acompañando a Nery Cardozo y en conexión con Hugo Lusardi y José Domingo Salcedo, el conjunto ñuense utilizó el toque corto y preciso para arrinconar al rival.
El premio llegó en la recta final, porque Cardozo empató transitoriamente con una sensacional zambullida. Y fue merecido, porque el cuadro fronterizo cayó en gran desorden táctico, perdió totalmente el balón. Con el afán de corregir la falencia de marca, apeló a Cristian Zalazar, cuyo aporte fue nulo. Cerro, desde los últimos minutos del primer tiempo, sin Christian Ovelar, quien salió por lesión tras el gol azulgrana, tuvo a Samudio como el “Llanero Solitario”, que puso mucha voluntad, pero le resultó imposible llegar al arco rival.
Visiblemente cansados, los azulgranas casi no opusieron resistencia. Lusardi apeló a su gran calidad de remate y definió extraordinariamente con potente disparo para sentenciar al adversario, que ni con los cambios pudo reaccionar y tuvo que experimentar la primera derrota en casa y ante un rival directo en el promedio.