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Sumar es la consigna para Luqueño. De ahí que el equipo visitante fue el que quedó más conforme con el híbrido empate sin goles frente a Nacional, en el “Arsenio Erico”.
La primera etapa fue más interesante, sobre todo por el trabajo del cuadro tricolor en busca del gol. La habilidad de Nicolás Martínez creó zozobra a los marcadores auriazules. Tanto en un tiro libre, como en otros remates e incluso asistencias para la definición, estuvo el toque de Martínez, pero en todo momento el arquero de Luqueño, Joel Silva, se mostró firme para conjurar el peligro para su marco.
Hasta con una pierna Joel Silva salvó su arco en un remate quemante de Silvio Torales que el arquero desvió y del rebote Orué disparó rozando uno de los palos. Nacional insistió en la complementaria, pero de a poco el fútbol se desdibujó, quedando la sensación del empate sin goles mucho antes del final.
Al comenzar la segunda etapa, Rodrigo López quedó sentido por un golpe y no se recuperó, pero tuvo la jugada más clara para Luqueño frente al arco, que también la malogró como otros en toda la tarde.