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De acuerdo a datos del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), en el 2016 se faenaron 2.003.369 cabezas; en el 2017, 2.066.100, y en el 2018, 1.896.750. Las vacas faenadas en el 2016 fueron 825.064 cabezas; en el 2017, 884.272, y en el 2018, 751.475.
Pettengill dijo que el porcentaje de hembras faenadas bajó del 44% al 39%. “Quiere decir que este año estaríamos teniendo más nacimientos de terneros, lo que repercutiría en una faena mayor en el 2020. Ese año volveríamos a 2 millones de cabezas. Inclusive, dependiendo del nacimiento, llegaríamos a superar si es que no hay sequía o inundaciones, porque siempre dependemos del factor exógeno”, explicó.
Manifestó igualmente que si bien la faena de bovinos disminuyó casi un 10%, la exportación en kilos disminuyó en menos del 3%. Según datos del Senacsa, en el 2016 se exportaron 240.384 toneladas de carne bovina; en el 2017, 258.204 toneladas, y en el 2018, 257.414 toneladas.
“Quiere decir que estamos faenando animales más pesados, y si faenamos animales más pesados significa que tenemos una ganadería más eficiente, porque con las mismas cabezas se extrajeron más kilos, se exportan más kilos”, expresó.
De acuerdo a los datos de exportación a diciembre de 2018 divulgados por el Senacsa, los envíos de carne bovina generaron para nuestro país el ingreso de US$ 1.087.161.262.
Carnes porcina y aviar
Otros datos de Senacsa consignan que hasta fines de diciembre de 2018 se exportaron 3.010 toneladas de carne porcina, lo que generó un ingreso al país de US$ 8.983.096.
La exportación de este rubro dio un gran salto el año pasado, pues en el 2016 se exportaron 1.339 toneladas, en el 2017, 1.145 toneladas, y en el 2018, 3.010 toneladas.
La exportación de carne aviar también tuvo un mejor comportamiento el año pasado en cuanto a volumen y generación de divisas.
En el 2016 se exportaron 907 toneladas; en el 2017, 1.458 toneladas, y en el 2018, 2.976 toneladas, con unos ingresos de US$ 4.471.515 en el último año.