El metrobús pone ahora en zozobra a frentistas del microcentro capitalino

El “tramo 1” tiene una extensión de 4,4 Km, desde el Puerto de Asunción hasta la esquina de Gral. Aquino y Eusebio Ayala, donde se inicia el tramo 2, y las obras civiles fueron adjudicadas hace casi un mes por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) al consorcio DC-Stiller (Luis Duarte Luraghi), por unos US$ 24 millones, a partir de lo cual comenzó la inquietud entre los frentistas de las vías afectadas, entre ellos los de las calles Herrera y su continuación Eduardo Víctor Haedo, por lo que se autoconvocaron ayer en las oficinas de un abogado, Wilfrido Fernández, en el centro de la capital, para un primer análisis de la situación.

Consultado por nuestro diario, Fernández dijo que la primera inquietud es que la calle Herrera-Haedo es una vía angosta, que en algunos sitios, como en la intersección con 15 de Agosto, mide 13 metros de muralla a muralla, cuando que técnicamente el metrobús necesita un ancho de 14 metros, según medidas que se manejan en el proyecto local y también a nivel internacional.

“Los carriles de rodaje precisan 8 metros, pero a medida que se acercan a los apeaderos van ocupando 9, 10, 12 y hasta 14 metros”, explicó Fernández, argumentando además que el problema mayor es que la calle Herrera está dentro del centro histórico, que está protegido por ley y, por lo tanto, no se pueden tocar los espacios, no se pueden expropiar con la sola intervención del MOPC, porque no es la autoridad competente en esa materia, y eso de por sí puede ir complicando aún más las cosas.

El centro histórico se delimita justamente desde la calle Brasil por el este y hasta Hernandarias por el oeste, desde la bahía por el norte y hasta Fulgencio R. Moreno por el sur, y el “tramo 1” del metrobús está comprendido dentro de esos límites, añadió.

El MOPC debe explicar cómo se va a hacer, pero no lo hizo hasta ahora, es una incertidumbre, dijeron anoche en la reunión, en la que participaron también delegados de frentistas del tramo que afecta la Avda. E. Ayala y la ruta Mcal. Estigarribia, que también están en pie de guerra contra el metrobús a raíz de los graves perjuicios económicos causados a comerciantes de la zona.