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Asimismo pospone el de recepción de ofertas de su llamado Nº 670, “para la ejecución de la obra civil y determinadas partes electromecánicas de la ampliación de la central hidroeléctrica de Yacyretá...” para el día 16 de abril de este año.
Los circunloquios a los que recurrió la administración de la EBY no dismulan que el objetivo de ambas convocatorias es la construcción y equipamiento de una nueva central en las cercanías del vertedero del brazo Aña Cua del Paraná, pese a que la misma, tal como señalaron juristas y especialistas del sector Energía, no figura en el Anexo B del Tratado de Yacyretá.
En otras palabras, los organismos administrativos de la EBY modificaron el Tratado con una simple resolución, pese a que el mismo fue aprobado por Ley.
En ambos casos, los actos de referencia se llevarán a cabo en la sede que tiene la EBY en Buenos Aires.
La justificación “técnica” del proyecto, cuyo costo supera los US$ 600 millones, es el aprovechamiento del caudal ecológico que la EBY se ve obligada a verter en ese brazo del Paraná para evitar que se seque.