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El régimen comunista norcoreano recortó las raciones de alimentos hasta un nivel nunca antes visto para esta época del año.
Rusia envió a su aliado 3.995 toneladas de trigo como ayuda humanitaria por la sequía que azota el país asiático.
Además de Rusia, pontencias extranjeras como Canadá, Francia, Suecia y Suiza hacen donaciones de alimentos a través de un programa de las Naciones Unidas.
La relación entre Rusia y Corea del Norte atraviesa ahora uno de sus mejores momentos tras la primera visita a este país del líder norcoreano, Kim Jong-un, en abril pasado.
Norcorea sufrió una de sus peores hambrunas en la década de los 90 como consecuencia de las malas cosechas, que coincidió con la desintegración de la Unión Soviética, uno de sus principales apoyos económicos en ese entonces. Esa situación generó una escasez de alimentos que había matado a unas 3,5 millones de personas.