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El acusado, cuya confesión muy presumiblemente ha sido forzada por las autoridades norcoreanas, como en otros casos, admitió haber actuado, supuestamente, a petición de una iglesia metodista de Ohio y también mencionó la implicación del Gobierno de EE.UU.
“Mi objetivo era dañar la motivación y la ética de trabajo del pueblo coreano”, dijo el estudiante, declarando según un libreto ya conocido del régimen comunista norcoreano.
Una diaconesa de la iglesia mencionada “me dijo que al sustraer esta consigna dañaría la unidad y la motivación del pueblo de Corea del Norte e insultaría al país en nombre de Occidente”, confesó Warmbier.
El detenido también afirmó que llevó a cabo el robo del cartel “alentado por la Sociedad Z (una organización estudiantil de su universidad) y con la connivencia del Gobierno de Estados Unidos”.
Por último, dijo que la CIA tenía conocimiento de su “misión” y mencionó un supuesto plan de Washington para dañar “por todos los medios” a Corea del Norte a través de la iglesia metodista.
Otto Warmbier es uno de los tres occidentales detenidos en Corea del Norte, todos ellos por cometer supuestamente actos contra el régimen de Kim Jong-un.