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El periodista Ivan Golunov fue detenido por cargos de drogas la semana pasada, pero dice que está siendo castigado por su trabajo como reportero de investigación.
Su arresto desencadenó una rara muestra de solidaridad popular, y el Kremlin dijo que era importante “admitir los errores” y no repetirlos, pero también defendió a sus organismos encargados de hacer cumplir la ley.
“Seguimos muy atentamente cómo avanza el caso”, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, y aseguró que existen “muchos interrogantes” , aunque rechazó poner en duda su confianza en las fuerzas de seguridad rusas.
El movimiento de apoyo al periodista Iván Golunov, de 36 años, en arresto domiciliario desde la semana pasada, se amplificó. “Yo soy, nosotros somos Iván Golunov”, rezaba ayer la portada conjunta de tres influyentes periódicos, RBK, Vedomosti y Kommersant.
Golunov, un periodista de la web de información Meduza, conocida por sus investigaciones sobre la corrupción en el ayuntamiento de Moscú o en sectores como el de los microcréditos y las pompas fúnebres, fue detenido el pasado jueves en el centro de la capital rusa. En su bolsa habrían encontrado 4 gramos de la droga sintética, según la policía.