Apartan a un comisario y a un oficial inspector denunciados por extorsión

Un comisario en situación de ascenso y un oficial inspector anteriormente ya investigado fueron separados de sus funciones y sumariados por orden de la cúpula de la Policía, luego de ser denunciados por una pareja de comerciantes a quienes supuestamente exigieron G. 100 millones para no involucrarlos en un ilícito.

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Uno de los agentes involucrados es el comisario Adalberto Ramón Noguera Velázquez (45), quien este fin de año tiene que ascender a comisario principal, por lo que últimamente estaba ya a cargo de la dirección de la Cuarta Zona Policial, que tiene su sede en Ciudad del Este. Noguera ya había sido investigado años atrás por enriquecimiento ilícito, junto a otros tantos uniformados.

El otro efectivo procesado es el oficial inspector John Pablo Giménez Robadín (34), de la división de Investigación de Delitos de Alto Paraná, cuya oficina central también funciona en Ciudad del Este. Este había sido dado de baja cuando era cadete, pero después fue reincorporado. Hace dos años, había desatado un feroz escándalo en la Policía, al denunciar que tres comisarios se beneficiaron con la venta de una carga de cocaína y de armas de guerra incautadas del poder de traficantes que posteriormente aparecieron ejecutados, aunque el oficial después de desdijo ante la Fiscalía y el caso quedó impune.

Este nuevo escándalo en la Policía, que se suma al otro sonado caso de los agentes de la comisaría 11ª de Asunción que supuestamente intentaron “plantar” cocaína a una joven empresaria, ocurrió el jueves último en el distrito de General Artigas, departamento de Itapúa, y fue denunciado ante la comisaría 8ª local por los comerciantes Antonio Soley Esteche (64) y Margarita Melgarejo de Soley (61), dueños del supermercado “Soley”.

El informe oficial señala que el comisario Noguera y el oficial inspector Giménez, junto a otros dos hombres, que serían sus informantes, todos vestidos de civil, llegaron al supermercado a bordo de una camioneta Land Rover Discovery gris, sin chapa, y que conversaron inicialmente con la señora Margarita, a quien le preguntaron por su esposo Antonio.

Entonces, la mujer llamó desde su celular a su marido y le pasó el teléfono al oficial Giménez, quien supuestamente le exigió al señor Antonio la suma de G. 100 millones a cambio de no detenerlo a involucrarlo en un hecho de robo agravado y herida con arma de fuego, según dice el documento oficial.

El señor Antonio le contestó al policía que estaba en la ciudad de Encarnación, a lo que el agente supuestamente le exigió que se encontraran personalmente y rápidamente bajó el monto a G. 40 millones.

Antes que acceder al chantaje, la pareja de comerciantes denunció el caso y se inició la investigación.

El procedimiento, desde todo punto de vista, estuvo viciado de ilegalidad, debido a que el comisario Noguera no tenía por qué participar de la intervención, ya que no está en un cargo operativo, y también a raíz de que el oficial Giménez ese día estaba libre de servicio y no comunicó del viaje a sus superiores. Ambos serán indagados ahora por Asuntos Internos y Justicia Policial y seguramente quedarán arrestados. En cuanto a los otros dos hombres que participaron del operativo ilegal, los policías tendrán que contar quienes fueron y qué funciones cumplieron.

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